Estudian posibilidad de suspender el Corso de Corsos 2020

 
El alcalde de Cochabamba, José María Leyes, informó el miércoles que, ante el desastre natural que afecta al municipio de Tiquipaya y el riesgo que correrían los participantes y espectadores, se estudiará la posibilidad de suspender por esta gestión el tradicional Corso de Corsos.

“Tomando en cuenta la nota que nos enviaron los hermanos comerciantes, la posición oficial de las fraternidades participantes y tras nuestro análisis, esta tarde (miércoles), tomaremos una decisión definitiva respecto a la realización o no del Corso de Corsos”, dijo Leyes en contacto con radio Panamericana.

La autoridad municipal afirmó que la festividad carnavalera de Cochabamba es blanco de muchos cuestionamientos debido a muchas razones, entre las cuales destaca el nuevo recorrido determinado para esta gestión por el Concejo Municipal.

Según Leyes, ese cambio fue realizado sin planificación previa y se aprobó un tramo, que recorre las avenidas Circunvalación y Beijing, en la zona oeste de la ciudad, muy cerca al municipio de Tiquipaya que actualmente se encuentra en emergencia por la mazamorra y el desborde del río Taquiña. 

“Al Corso de Corso van entre 70 mil a 100 mil personas y tenemos la alerta de lluvias para estos días. La avenida Beijing tiene una torrentera que escurre agua de lluvia desde la cordillera, la misma que llevó problemas a Tiquipaya”, dijo.

El alcalde explicó que lo más importante es precautelar la seguridad de las personas, por lo que instruyó a la Secretaría de Culturas del municipio para que tome contacto con las fraternidades del Corso de Corsos para conocer su posición sobre este tema y así se pueda tomar una decisión consensuada.  

En esa línea, Leyes informó que los comerciantes de la Federación del Corso de Corsos, quienes en pasados días protestaron por la imposición de la nueva ruta de la festividad, le enviaron una nota en la que piden la suspensión del evento carnavalero debido a la mala organización y en solidaridad con los damnificados de Tiquipaya.

“Es muy duro porque unos estarán en una fiesta y bailando, mientras hay otra gente que está sufriendo porque lo ha perdido todo. También hay riesgo de que las personas que asistan a la fiesta puedan ser afectadas”, dijo.

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