El turismo se desploma en España por el coronavirus

 
El turismo de negocios se desploma mientras el vacacional tiembla

En la crisis del coronavirus hay otro recuento que también se sigue con gran inquietud: el de eventos cancelados. A la decisión del GSMA de suspender el Mobile World Congress de Barcelona le ha seguido la anulación de ferias y eventos a lo largo de todo el planeta, partidos de fútbol y baloncesto se celebran a puerta cerrada, se caen los espectáculos deportivos y culturales, las jornadas de formación de las empresas, e incluso, en la última semana, un rosario de multinacionales han cancelado los viajes de trabajo.

“El 90% de los efectos negativos de esta crisis no serán del contagio epidemiológico del virus, sino de las decisiones derivadas del pánico”, alertaba hace unos días Gloria Guevara, presidenta del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC en sus siglas en inglés).

El sector turístico ya ha comenzado a temblar. El derrumbe del turismo de negocios ha provocado ya “importantes cancelaciones”, señala Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). Esta asociación calcula que las reservas han caído entre un 20% y un 30% desde que estalló la crisis sanitaria del coronavirus, un bajón de las contrataciones que afecta en especial a la costa catalana y valenciana, Baleares Canarias Madrid. Los hoteleros madrileños hablan de caídas de un 24%, en general de hoteles urbanos de negocio, mientras que el sector hotelero en Barcelona calcula un disminución del 20% de reservas. En volumen total, desde la plataforma de contratación hotelera electrónica SiteMinder aseguran que apenas hay un caída del 5%.

“Nos preocupa especialmente la parada en ventas para los próximos meses”, continúa Marichal. El sector turístico, que representa alrededor del 12% del PIB español, teme que al desplome del turismo de negocios le siga un parón en la campaña de Semana Santa que se extienda hasta inicios del verano. “Los hoteles urbanos y el turismo de negocios y eventos es el más afectado. Los vacacionales todavía tienen margen para salvar la temporada si se frenan los contagios en poco tiempo y emplean las estrategias de captación adecuadas”, asegura Sara Padrosa, responsable de España de SiteMinder. Hoteleros y Gobierno están trabajando ya en campañas de difusión y captación de turistas, especialmente en el extranjero.

“La tensión es máxima sobre todo porque no se sabe cuánto va a durar esta situación y la reacción del mundo empresarial esta siendo muy virulenta”, asegura un consultor del sector que asesora en el diseño de los planes de contingencia en los que ahora trabajan las grandes compañías del sector.

Impacto

Las reservas en España caen un 30%y se multiplican las cancelaciones

La Organización Mundial del Turismo calcula que el número de turistas en todo el mundo caerá entre el 1% y el 3%, frente al alza del 4% que se esperaba para este año. Y augura una pérdida económica de entre 30.000 y 50.000 millones de euros. Unos datos que se quedan cortos al lado de los lanzados por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que estima que solo la industria de las líneas aéreas perderá 113.000 millones en ingresos por la caída de pasajeros.

Una crisis sanitaria que cae en el peor momento para las líneas aéreas, que ya arrastraban profundos desajustes. El jueves, la aerolínea británica Flybe se declaró en quiebra. Es posible que n o sea la única. Azza Chammem, analista de aerolíneas de Scope Ratings, explica que el momento “era muy delicado para las aerolíneas del hemisferio norte. Si la situación se alarga a la primavera y afecta a las vacaciones de verano, no descartamos más quiebras. Los accionistas no están dispuestos a invertir ni los gobiernos a inyectar fondos en rescatar una aerolínea cuando el principal objetivo es combatir el coronavirus”, asegura.

Una pantalla en el aeropuerto de Barajas con vuelos cancelados

 
Una pantalla en el aeropuerto de Barajas con vuelos cancelados (FERNANDO VILLAR / Efe)

El volumen de cancelaciones de vuelos, primero con los destinos asiáticos y estos últimos días también con Italia no tiene precedentes. En el sector aseguran que “ni siquiera se suspendieron tantos tras los atentados del 11-S, en el 2001”. Desde la secretaría de Estado que lidera Isabel Oliver piden prudencia y hacen un llamamiento a la calma y a la confianza. “España sigue siendo un destino seguro, no hay razón de salud pública para no viajar aquí. Los turistas internacionales y los propios residentes tienen que estar tranquilos y saber que pueden viajar con normalidad”, insiste.

Todo depende de la duración de esta crisis. En cualquier caso, más allá del pánico y la reacción del momento todos los representantes del sector consultados tienen clara una cosa. Tras la tormenta llegará la calma: “Como en toda situación de restricción de viajes –ya ocurrió con la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo-SARS en el 2003 o con las erupciones volcánicas del 2010 en Islandia–, es probable que se produzca un impacto en el número de visitantes, pero éste suele venir acompañado de un fuerte retorno o recuperación”, tranquiliza Jorge Estebancountry manager de Planet, una plataforma de pagos que evalúa el gasto de los turistas internacionales.

Cifras

La Organización Mundial del Turismo calcula que el número de turistas mundial caerá hasta el 3%

Conscientes de esta realidad, líneas aéreas, cruceros y hoteles ya han comenzado a contrarrestar la avalancha de cancelaciones y la acusada caída de las reservas. Cadenas como Meliá o turoperadores como Ávoris, del Grupo Barceló, han lanzado ofertas o flexibilizado su política de cancelación para intentar atraer clientes en un momento de parálisis por el miedo al coronavirus. Además de descuentos de hasta el 45%, Meliá ha suprimido durante unos días los costes de cancelación de las reservas. Ávoris, por su parte, ha suprimido los gastos de cancelación para todas las reservas que se realicen hasta el 31 de marzo para viajes programados hasta el 30 de octubre.

Numerosas aerolíneas, como Iberia o Ryanair, ofrecen también la posibilidad de modificar las fechas de los viajes o permitir la devolución del billete para los destinos de riesgo. Se trata de China y otros países asiáticos, así como el norte de Italia, donde se han cancelado numerosas rutas y restringido vuelos para adaptarse a la disminución de la demanda. El miedo a volar, no obstante, se extiende por todo el mundo y desde las compañías aéreas confirman una desaceleración general del sector. En el aeropuerto de El Prat, por ejemplo, se ha producido un frenazo del crecimiento de viajeros en febrero, señalan fuentes de Aena. El número de pasajeros no cae, pero por primera vez el crecimiento se ha estancado.

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