Microsoft cerrará todas sus tiendas físicas

Las tiendas de Microsoft, las tiendas físicas, tienen los días contados. Y es que la tecnológica ha anunciado su cierre tras años apostando por ese modelo de distribución retail, y sí, soy consciente de que al hablar de estas tiendas, más de una persona habrá sabido por primera vez de su existencia. Y quizá esta es una primera explicación sobre la decisión tomada por los directivos de Redmond.

Así, según informa la propia compañía, la tecnológica ha decidido dar un paso atrás y renunciar a este modelo de negocio, un modelo del que empezamos a hablar hace ya once años. Ahora el objetivo es sustituir las tiendas de Microsoft por una propuesta centrada en la venta online, mejorando la plataforma ya existente, así como dotándola de nuevas funciones, como videochats uno a uno, donde los clientes podrán conversar con los empleados de Microsoft y aclarar todas sus dudas al hacer un compra.

Este cambio encuentra mucho más encaje en el momento actual, en el que debido al coronavirus muchas empresas de retail se han visto obligadas a replantearse su modelo de ventas, dando el salto a la red aquellas que no estaban, y poniendo más peso en él si es que ya tenían presencia en Internet. El cierre de las tiendas de Microsoft es algo que, posiblemente, ya se venía pensando desde hace algún tiempo en Redmond, pero las circunstancias han querido dar el empujón definitivo para que se tomara la decisión.

Nacidas en los tiempos de Steve Ballmer como CEO de la compañía, las tiendas de Microsoft fueron una respuesta clara a las tiendas de Apple, una propuesta premium en la que el cliente pudiera probar los productos de la compañía, informarse sobre los mismo y despejar dudas, etcétera.

En primer momento se optó por una estrategia de exclusividad, vendiendo algunos productos de la marca exclusivamente en las tiendas de Microsoft. Sin embargo, esta estrategia se mostró poco efectiva y la compañía tuvo que dar marcha atrás. Años después, con la adquisición de la división de telefonía móvil de Nokia, Microsoft empezó a sumar la tiendas minoristas de la empresa finlandesa a las propias, además de ofrecer servicios como actualizaciones de software.

Nada de esto parece haber funcionado y, tras una década desde su puesta en marcha, la inmensa mayoría de las tiendas de Microsoft se despedirán del gran público, un plan fallido que contará como unas pérdidas de alrededor de 400 millones de euros en los libros de contabilidad de Redmond. Y en cuanto a las pocas que quedarán abiertas, lo más probable es que pasen a convertirse en espacios dedicados a otras actividades más allá de las ventas.

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