“Mi esposo murió porque no tuvo acceso a un respirador”: El desgarrador relato sobre el caso Richard Sandóval

 

 
La muerte del empresario Richard Sandóval por coronavirus puso al descubierto las carencias del sistema de salud para tratar a los pacientes. Su esposa, Claudia Gonzales, compartió el relato de las dificultades, preocupaciones y arbitrariedades que sufrió la familia al tratar de salvar la vida de su ser querido, cuando no había un respirador disponible y las puertas se cerraban para atenderlo.

En entrevista con ERBOL, Claudia contó desde el día en que su esposo comenzó a sentir molestias, tras un viaje a Nueva York, hasta el momento en que presenció su entierro a través de la pantalla de una computadora, imposibilitada de estar en persona. “Realmente ha sido muy triste y desgarrador lo que hemos vivido”, lamentó.

Richard Sandóval era el Gerente General de AXS, casado y padre de dos hijos. Según su esposa, el empresario aportó al país pagando sus impuestos y, a través de la fundación Alalay, ayudando a salvar las vidas de niñas, niños y adolescentes. 

El empresario y su esposa viajaron a Nueva York, ahora conocido como el epicentro el coronavirus en EEUU, el 9 de marzo, y regresaron el 17 a La Paz. Al día siguiente de estar en Bolivia, Richard comenzó a sentir molestias y entró en reposo.

El 23 de marzo, según contó Claudia, informaron al Servicio Departamental de Salud (Sedes) para que se realice a Richard la prueba para el Covid-19. Indicó que la entidad tardó 48 horas en acudir al llamado, pese a que se había alertado que los síntomas del paciente coincidían con el coronavirus.

Aún sin tener los resultados de la prueba, Richard fue trasladado el jueves 26 de marzo a la Clínica del Sur, porque no podía respirar y escupía sangre. Se le diagnosticó neumonía y fue internado en una zona de aislamiento.

Entretanto, se había notificado a la Clínica del Sur, no así a la familia, que el paciente era positivo por coronavirus.

Gonzales señaló que al estar su esposo en ese centro de salud tenía oxígeno, contaba con respirador, además de terapia intermedia e intensiva. Considera que de haber permanecido ahí, Richard hubiese tenido más chances de sobrevivir, pero lo llevaron a otro hospital.

El viernes 27, Claudia recibió una llamada de Richard, quien le dijo que lo estaban sacando “por la fuerza” para llevárselo a un hospital de la Alcaldía. “Lo han sacado a mi esposo en contra de su voluntad, afectando el principal derecho que tiene toda persona que es su derecho a la vida”, manifestó.

Dijo que, según lo averiguado por la familia, en la Clínica del Sur hubo una reunión en la cual se decidió llamar a autoridades para derivar a Richard a ser atendido a otro centro de salud. 

Desde la Clínica del Sur, su directora Patricia Callisperis, aseveró que se cumplió con los lineamientos del Ministerio de Salud, los cuales señalan que los pacientes positivos deben ser llevados al centro de salud referencial de la región. Negó que se hayan querido deshacer del paciente.

Richard fue llevado al Hospital de la Portada, que es el designado como centinela para tratar a pacientes de coronavirus.

Claudia observó que se haya llevado a su esposo, teniendo una neumonía, a ese centro de salud de segundo nivel, cuando requería al menos de terapia intermedia y un respirador. 

Contó que en el hospital municipal se pidió a la familia medicamentos, que fueron entregados. 

Intentó tener informes por teléfono sobre el estado de su esposo, pero le dijeron que si quería saber de su familiar debería estar en persona en el centro médico. Claudia no podía salir de casa porque cumple cuarentena ante un posible contagio.

Le decían que Richard estaba estable, pero ella insistía en que se requería de mayor equipamiento como un tomógrafo, cosa que no tenían en dicho centro médico. Incluso transmitió su pedido al alcalde Luis Revilla.

El domingo 29, a las 7:30, la esposa del paciente recibió una llamada de la Directora de Salud de la Alcaldía. Le dijo que Richard necesitaba un respirador y que en el hospital municipal no tenían un médico intensivista que pueda conectar al paciente al equipo.

La familia buscó a intensivistas para atender a Richard, pero no había uno solo que quisiese asistir a conectar al paciente a un respirador, lamentó Claudia.

Intentaron que el paciente vuelva a la Clínica del Sur, pero desde ese nosocomio se negaron a recibirlo con los argumentos de que sus intensivistas eran mayores de 60 años, que debían desinfectar el lugar y que, de atenderlo, ya no podrían recibir a otras personas.

Claudia reveló que ella misma se comunicó con otras clínicas, pero todas rechazaron recibir a Richard con excusas que después la familia fue descubriendo que no eran reales.

Al final, encontraron en El Alto el Hospital del Norte de tercer nivel, que tiene seis respiradores. 

El traslado fue lo último que aguantó Richard antes de fallecer. Según Claudia, la ambulancia no tenía un médico intensivista que pueda monitorear el tramo, además, quienes llevaron al paciente se subieron adelante del vehículo, dejando a Richard atrás, porque no querían contagiarse.

“Llegando al hospital de El Alto, él pierde la vida, es decir, no tuvo acceso a este respirador y eso nos muestra la falta de humanidad. Realmente nos desgarra todo lo que es todo el sistema de salud boliviano, totalmente ineficiente. Son protocolos que no que no sirven absolutamente para nada”, criticó.

“Prácticamente mi esposo pierde la vida porque no tiene un respirador, y esa es la realidad de todos los bolivianos. Mi esposo estaba en el Hospital La Portada, donde estuvo la presidenta con el alcalde Revilla mostrando cuán bueno era ese centro y que tenía absolutamente todo, que ningún boliviano se iba a morir porque estaba todo absolutamente bien hecho, y eso es mentira, nos están mintiendo”, agregó.

Pidió a las autoridades que digan la verdad, que Bolivia y La Paz no están listas para enfrentar al coronavirus.

El entierro

Claudia contó que, tras el procedimiento requerido por el Covid-19, el cuerpo de Richard fue enterrado junto al de su padre.

Para la familia fue muy triste, no sólo por la muerte, sino también porque tuvieron que limitarse a seguir la el entierro por un video.

“Ha sido tan triste, porque ha sido enterado con 10 personas como máximo o siete, porque no te dejan que haya más personas. Yo he seguido este entierro mirando a través de mi computadora junto a mi hija de 12 años, mi hijo en Estados Unidos lo propio y la familia lo mismo. Todos viendo el entierro de Richard a través de un video porque no podíamos estar en el lugar”, relató.

Quiere sabe quién ordenó el traslado

Gonzales a anunció que la familia agotará todas las vías legales para que se determine a los responsables de la muerte de Richard, en específico busca saber quién ordenó el traslado del paciente a un centro médico que no tenías las condiciones para salvarle la vida.

Dijo que seguirán esa vía legal no sólo por buscar sanciones a los responsables, porque sabe que eso no le devolverá a su esposo, sino para que las autoridades revisen sus protocolos.

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