Trabajadores de salud, de los tres niveles, acatan paro de 24 horas

Los pacientes llegaron a los centros hospitalarios y se vieron sorprendidos por la medida de presión.

Trabajadores de salud de los tres niveles del sistema público de Santa Cruz acatan un paro de 24 horas. La medida de presión es en demanda por una mejor atención en la Caja Nacional de Salud, tanto para los trabajadores como para los afiliados. 

“Lamentamos el perjuicio para los pacientes, somos conscientes del daño, pero tenemos derecho a la protesta porque necesitamos estar sanos para atender a los pacientes, necesitamos condiciones en la Caja Nacional, tanto para los trabajadores como para los afiliados”, remarcó Robert Hurtado, dirigente de los trabajadores de salud.

Según Hurtado, “el paro es a nivel nacional por falta de atención de las autoridades nacionales, de la Caja Nacional de Salud, porque el paciente es el que tiene que pagar sus medicamentos, sus estudios y esperar días para que lo atiendan los especialistas”.

El dirigente aseguró que la falta de institucionalización del director regional de la CNS ocasiona la mala atención de la salud de los trabajadores de este sector.

Hurtado responsabiliza a la ministra de Salud, María Renée Castro  por no dar solución a esta situación que data desde hace mucho tiempo y que ello no solo es a los trabajadores del sector sino a todos los asegurados en la Caja Nacional de Salud. 

Pacientes

Por su parte, los pacientes que llegaron a los diferentes centros hospitalarios se quejaron por la medida de presión que asumen los trabajadores sin previo aviso y que afecta a la gente de escasos recursos económicos. 

“Después de esperar más de 10 días para mi consulta con el especialista, ahora llego al hospital y resulta que los trabajadores están en paro, ahora debo volver a programar. No me parece justo, cada día que pasa mi salud se deterior más”, lamentó Rosmery, desde el hospital San Juan de Dios. 

Así como ella, muchos pacientes han tenido que reprogramar su atención en la consulta externa. 

Fuente: El Deber

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