Policía libera las vías en la capital cruceña, pero persiste el paro en su segundo día

Foto: Ernesto Estremadoiro

Desde temprano, policías recorren la ciudad para levantar los puntos de bloqueo que se intensificaron la tarde de ayer. El tránsito vehicular es escaso y no se cuenta con transporte público.

Los primeros rayos de sol encuentran a la ciudad de Santa Cruz en reposo. Los mercados y negocios continúan cerrados, no hay transporte público, la mayoría de la población no ha salido a trabajar y por las calles se observan algunos vehículos en movimiento.

Desde temprano, la Policía trabajó para que las arterias de la ciudad luzcan despejadas. En muchas partes, los vecinos se apostaron en sus barrios y calles hasta altas horas de la madrugada. Solo en el Plan 3.000 se vivió enfrentamientos entre grupos de jóvenes.

A pesar del trabajo policial, las rotondas y avenidas lucen todavía los restos que se utilizan para el bloqueo. Las llantas y las piedras, apostadas a un costado de las vías, aguardan la llegada de vecinos para reinstalar los bloqueos en unas horas más. 

Con las vías libres para el tránsito, se hace visible la ausencia del transporte público urbano en la ciudad. En algunas zonas, como el centro de la ciudad o la zona norte es evidente. La avenida Cristo Redentor se muestra vacía, sin motorizados que avancen sobre ella.

En otras partes de la ciudad, se percibe la presencia de algún que otro vehículo privado que busca su paso. Las motos y las bicicletas componen el paisaje vial en el arranque de la segunda jornada de paro nacional multisectorial.

Solo en el Plan 3.000 se interrumpe el silencio mañanero con el ruido de los motores. En la populosa ciudadela, tras una larga noche de enfrentamientos caracterizada por el incesante ir y venir de cohetes, se observa un flujo vehicular leve. Como ocurre con todos los paros, en este distrito los negocios han abierto sus puertas, así como los mercados y algunos micros, trufis y mototaxis están prestando servicio.

El vicepresidente del Comité pro Santa Cruz, Fernando Larach, explicó la dinámica del paro que se ha impuesto tras los 21 días de 2019. “La gente ha cambiado la forma de hacer paro. Ahora, se permite cierta tolerancia en las mañanas, como para abastecerse, y es a partir del mediodía cuando la gente sale a las calles y hace un acto masivo de presencia”.

Los mercados y supermercados, principales centros de abastecimiento, mantienen la medida del paro y apenas se observan casetas abiertas. En el mercado antiguo de La Ramada, uno de los mercados céntricos más grandes, permanece cerrado. Sólo algunos ambulantes ofrecen desayuno sobre la vereda de las calles que lucen descongestionadas.

Personeros del Gobierno han calificado de “fracaso” el primer día de paro nacional convocado por los gremiales, transportistas, cívicos y otros sectores, en rechazo al paquete de leyes que pretende poner en vigencia el Gobierno nacional, leyes que los sectores consideran que son anticonstitucionales pues vulneran los derechos de los ciudadanos.

Por Juan Manuel Ijurko

Fuente: El Deber

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