Implementan lengua extranjera desde inicial y maestros exigen capacitación

Foto: El Deber

La resolución 001/2023 contempla la nueva currícula escolar que mantiene la carga horaria. Los profesores observan que no contemplaron los cambios planteados por el sector y exigen condiciones para implementar nuevos contenidos.

Los maestros ya están en la cuenta regresiva para el inicio de las inscripciones escolares y los estudiantes van retomando de a poco los cuadernos con miras a las clases.

La gestión escolar 2023 se viene con cambios en el currículo escolar, que implementa la enseñanza de la lengua extranjera desde el nivel inicial, pero mantiene la carga horaria. También se anuncia un alivio de la sobrecarga de papeleos a los maestros, mientras que los docentes exigen capacitación y que se cumpla con la dotación de ítems. 

El viceministro de Educación Regular, Bartolomé Puma, informó que el periodo de inscripciones, que está dirigido a los alumnos nuevos porque los antiguos tienen registro automático, será del 16 al 20 de enero, tal como lo establece la resolución 001/2023, que regula la gestión educativa.

El inicio de clases ha sido fijado para el 1 de febrero, mientras que el receso escolar será la primera semana de julio con una duración de dos semanas. En todo caso, el calendario escolar contempla 200 días de clases.

El viceministro Puma señaló que la resolución 001/2023 establece ajustes en la planificación de los profesores que apuntan a aliviar la carga de trabajo, toda vez que ya no deberán elaborar el Plan Operativo Anual (POA) ni el Plan Anual Trimestral (PAT). 

“En esta gestión se está facilitando la planificación de los docentes que solo deberán encargarse de llevar adelante el Proyecto Sociocomunitario-Productivo y el Plan de Desarrollo Curricular, con la facilidad de que van a poder planificar en línea”, señaló la autoridad educativa. 

Con relación a la enseñanza, Puma informó que se trabajó en la actualización de la malla curricular y, entre los ajustes, se contempla que la lengua extranjera y el idioma originario formarán parte de la formación desde el nivel inicial.

 “Estamos insertando la lengua originaria y la extranjera desde el nivel inicial. Se empezará con los saludos, los nombres de algunas cosas para que vayan aprendiendo en forma progresiva”, explicó.


La nueva carga horaria del nivel primario divulgada por el Ministerio de Educación ya contempla una lengua originaria y una extranjera en el área de Comunicación y Lenguajes. En el caso del nivel secundario, el área de Comunicación y Lenguajes incluye la lengua castellana y originaria, y una lengua extranjera.
Puma explicó que el objetivo es fortalecer la formación en idiomas de los niños y jóvenes con miras a mejorar sus oportunidades académicas y laborales futuras.
Señaló que se actualizó la malla curricular para que esté acorde a los adelantos técnicos, científicos y tecnológicos. 

El Gobierno nacional también prevé la creación de una escuela de lenguas extranjeras para estudiantes y profesionales.
Al respecto, el representante de los maestros urbanos, Osmar Cabrera, manifestó que no se oponen a la enseñanza de una lengua extranjera, pero observan que esto no viene acompañado de un incremento de la carga horaria, que es el tiempo en el cual se desarrollan los contenidos. 

Señaló que como sector han fijado una postura de rechazo a la nueva currícula educativa porque “el Gobierno no puede pretender que en el mismo periodo en que se dictaban las clases se incorporen nuevos contenidos”, toda vez que inicial se mantiene con 88 horas de clases, primaria con 120 y secundaria con 128 y 132. 

Según Cabrera, para aumentar contenidos lo primero que debió hacer el Gobierno es incrementar la carga horaria, pero no lo hizo porque eso significa pago de salarios a los maestros y, hasta ahora, no puede nivelar las horas a los profesores ni cubrir el déficit de ítems que en el departamento es de 2.000 cargos, que son cubiertos por los padres de familia.

También señala que toda incorporación de contenidos debería estar acompañada de una capacitación docente y de la dotación de materiales didácticos, algo que no está ocurriendo. “Se habla de computación desde el nivel primario, de sistemas informáticos, de marketing, de contabilidad, pero no se habla de la capacitación docente para incorporar estos contenidos ni de las condiciones de las escuelas para estos cambios. Pedimos que los establecimientos cuenten mínimamente con lo básico y, de eso, deberían de preocuparse el Gobierno junto con los gobiernos municipales”, manifiesta.

Con respecto a la enseñanza de la lengua extranjera desde inicial, Cabrera insiste en que no ha habido una capacitación de los maestros de lenguaje que ahora deberán encargarse de dictar también estos contenidos. “Nos hablan de lengua extranjera desde inicial que antes no estaba contemplado, pero no se han preocupado por la preparación.

 Más allá de la socialización del currículo, que simplemente es pasar la información, no ha habido una formación”, insiste.
También asegura que el currículo no contempla los cambios planteados por los maestros durante las mesas de trabajo de construcción de la nueva malla curricular. “Nos hemos visto sorprendidos porque las propuestas que presentamos los maestros de Santa Cruz no han sido incorporadas”, señaló.

Indicó que también se pidió que en el currículo base se pueda profundizar la enseñanza de la cultura de tierras bajas para exista un equilibrio en los contenidos base. Sin embargo, se ha dejado que estos contenidos sigan siendo parte del currículo diversificado-regionalizado. 

Al respecto, el ministro de Educación, Edgar Pary, señaló que la actualización curricular se ha trabajado de manera consensuada con maestros, juntas escolares y otras instituciones. Dijo que participaron más de 200 profesores de diferentes departamentos.

 “Entre todos se ha consensuado y se ha aprobado por unanimidad, analizando algunas necesidades y ajustando algunas debilidades para que la currícula sea implementada a partir de la gestión 2023”, manifestó el ministro.

Cambios profundos

Para el educador Alberto Santelices hay una intención positiva en la incorporación de la lengua extranjera en la malla curricular, si es que se quiere salir de lo indigenista y universalizar a nuestros bachilleres. “En la práctica dominar otro idioma abre más posibilidades profesionales que saber un idioma nativo”, manifiesta.

Sin embargo, resalta la necesidad de cambios profundos en la educación de los niños, para que se pase de lo memorístico y la transferencia de conocimientos de al aprendizaje como tal, en el que la educación responda a las necesidades de la sociedad. 

“En el aula el primer fenómeno que surge es el de la comunicación educativa hasta la motivación, luego viene la enseñanza (transmitir datos, decir cosas). Se tiene que enseñar lo que la sociedad necesita, la educación es una respuesta para satisfacer esas necesidades. La enseñanza debe generar aprendizaje. Hasta ahí puede ser un acto memorístico. El alumno debe transferir lo aprendido a otro contexto. Solo así se fortalecerán los cambios en la conducta del estudiante para coadyuvar a la construcción de una mejor sociedad”, dice. 

También señala que la pedagogía indica qua antes de hacer un cambio en la malla curricular, lo primero que se debe hacer es un diagnóstico y una evaluación. Hay que preguntarse: ¿por qué era incompleto el anterior currículo? Luego hay que investigar para ver las ventajas de las nuevas asignaturas. 

Santelices también observa que la resolución establece que se debe denunciar la violencia física, psicológica y sexual, pero no menciona los otros tipos de violencia. “Lo imperdonable es que no se distinga entre agresión y violencia. La agresión es el motor de la violencia. La violencia es su expresión, es el hecho. Edúquese la agresión para controlar la violencia. Un feminicida primero experimenta rabia, ira (agresión) luego puede cometer el crimen (violencia) si no la controla ¿Qué hacemos con el acoso escolar? ¿Esperaremos para luego castigar el hecho?”, reflexiona.

Por su parte, el educador Álvaro Puente señala que cada año se emite la resolución para dejar constancia de la normativa vigente y trata de reflejar la línea educativa del ministerio, “lo que no quiere decir que sea realista”.

Destaca que el primer desafío al que se debe responder es la obligación del Estado de brindar una atención universal, con locales de calidad a lo largo de todo el país, con los instrumentos y medios necesarios, con currículos actualizados y modernos y, sobre todo, con los maestros de la mejor calidad posible; sin embargo, lamenta que no se ha apostado a la capacitación y a la motivación de los docentes, por lo que “se continúa ofreciéndoles una pobre formación profesional y no se ha empezado a estructurar un sistema de actualización”. 

También considera que se tendría que plantear un currículo moderno, diferenciado, regionalizado y racionalizado. “No lo han hecho. Han dado dos brochazos adelantando a primaria el aprendizaje de idiomas, pero no parece que se hayan dado los pasos para convertir lo anunciado en realidad. No parece que hayan formado y contratado los maestros que lo llevarán a cabo, ni que hayan producido el material didáctico necesario. Por eso da la impresión de que es maquillaje, es propaganda, es mentira”.

Asimismo, muestra que un rasgo importante de la resolución de este año es que se dan normas sobre los centros educativos de los niños superdotados, “cuando en la práctica no contamos con ningún centro educativo apto para cumplir con esa importante tarea”
Lo mismo pasa sobre el proceso a seguir con los niños con dificultades de aprendizaje. “Dan la norma de que se los debe transferir a estos pequeños a los centros especiales creados para ellos, cuando es verdad que existe algún centro, pero de ninguna manera están al alcance de la población de todo el país”.

Considera que la resolución “tiene mucho de maquillaje de la cruda realidad, además de ser confesión de ignorancia, porque en el caso de los alumnos con dificultades de aprendizaje, lo primero que se debe hacer no es aislarlos en escuelas para ellos. Lo primero debiera ser intentar su atención sin segregarlos de su ambiente natural. Claro que hacerlo requiere de una formación más amplia de los maestros, lo que no está pensado”.

Fuente: El Deber

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