Ante la escasez, tres zonas de la región racionan el agua y la trasladan en cisternas

Foto: Limber Cambará

Municipios de la Chiquitania, los Valles y el Chaco cruceño sufren el desabastecimiento del líquido vital. Samaipata raciona en la zona urbana. San José de Chiquitos, Cuevo, Charagua y Lagunillas llevan agua hasta barrios y comunidades.

La lluvia que cayó la madrugada del miércoles no fue suficiente para aliviar los problemas de escasez de agua. En la Chiquitania, los Valles y el Chaco cruceño hay municipios que se ven obligados a racionar el suministro del líquido vital y a trasladarlo en cisternas hasta barrios y comunidades que sufren el desabastecimiento.

Según la Gobernación de Santa Cruz, hasta el momento Cuevo, San Rafael, Lagunillas, la Autonomía Indígena Kereimba Iyambae (Gutiérrez) y San Antonio de Lomerío han declarado desastre por sequía, pero un número similar está concluyendo sus trámites para ello. Hasta la fecha suman más de 9.300 familias afectadas por déficit de agua en 94 comunidades.

Samaipata es uno de los municipios se va ha visto en apuros para para abastecer del líquido vital a la población. “En el día la presión es baja y hay horas en que el servicio es cortado”, dijo un vecino de la zona central.

Otros pobladores señalan que la cooperativa de agua de ese municipio les ha ofrecido tanques para paliar de alguna manera la escasez de agua. Agregaron que el servicio no será cobrado al contado, sino en cuotas en la factura.
En los Valles cruceños llovió ayer, pero los agüaceros solo aplacaron la humareda, pues la falta de agua para el consumo sigue. 

En la Chiquitania, el municipio de San José también ha empezado a aplicar un plan de contingencia ante la falta de agua.
El gerente de la Cooperativa de Servicios Públicos de San José de Chiquitos (Comayo), Gabriel Rojas Kubber, indicó que nuevamente están afrontando una crisis hídrica y esto tiene una repercusión directa en la producción de agua que no abastece a la demanda. Precisó que aún no se ha llegado a realizar un racionamiento total del servicio, pero en algunos barrios la presión ha bajado y el agua se corta en los horarios picos.

Para paliar esta situación, se han visto obligados a proveer de agua en cisternas. Este trabajo lo realizan con el apoyo de la Subgobernación que ha prestado los camiones cisterna.

Explicó que el arroyo natural Sutó, históricamente responsable de proveer el 100% del agua potable para San José de Chiquitos, ha disminuido su caudal en los últimos años. Ante esta situación, la cooperativa ha buscado fuentes alternativas para satisfacer la creciente demanda de agua y ahora cuentan con 18 pozos de agua que está funcionando las 24 horas.

“Lastimosamente las altas temperaturas y la falta de lluvias tienen repercusión en la producción de agua. Estamos practicante en contra flecha porque la gente empieza a requerir más agua, pero las fuentes de producción no son suficientes”, insistió. 

En el Chaco la situación se repite. En las comunidades los pobladores deben almacenar agua, sus atajados están secándose y deben esperar que un camión cisterna pase con el suministro. Ocurre en Cuevo, Lagunillas y Charagua.
El alcalde de Cuevo, Marcelo Villarra, señaló que solo en ese municipio hay 900 familias afectadas en una veintena de comunidades. Para asistirlas, se ha trabajado con la habilitación de cinco pozos y también llevan agua en cisternas a las comunidades más golpeadas, como El Arenal Camatindi, Timboyrenda, Capirenda y Caraguatarenda.

Asistencia
Por su lado, la Gobernación informó que brinda asistencia a los municipios afectados, con la perforación de pozos de agua y la dotación de cisternas. Hasta la fecha se han perforado más de una treintena de pozos y prevén habilitar otros dos más en San José de Chiquitos.

Fuente: El Deber

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