¿Se enfrenta Alemania a una crisis de escasez de agua?

En los últimos años, el calor récord y la escasez de lluvias han hecho mella en las aguas subterráneas de Alemania, incluso en invierno. El país tiene que revisar la forma en la que gestiona su agua, dicen los expertos.

El suelo alemán no está tan reseco como en junio o septiembre, según el monitor de sequía del Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ). Pero enero de 2021 está resultando claramente más seco que el mismo periodo del año pasado.

El monitor del UFZ utiliza tonos rojos para indicar el grado de sequedad del suelo en todo el país. Su último mapa muestra manchas rojas oscuras generalizadas en las capas más profundas del suelo, es decir, una sequía muy grave. Cuando hay tan poca humedad en el subsuelo, los árboles cuyas raíces extraen agua de estas capas son los que más sufren.

“En muchas regiones de Alemania se ha acumulado un importante déficit hídrico, sobre todo en los últimos tres años”, explica Dietrich Borchardt, jefe de la Unidad de Investigación de Recursos Hídricos y Medio Ambiente del UFZ. “Pero, en realidad, desde hace varios años hay desviaciones de la media a largo plazo del balance hídrico”.

¿Escasez de agua en invierno?

Según Borchardt, este invierno ha llovido demasiado poco, al igual que en los dos inviernos anteriores. El nivel de agua de algunos embalses está muy por debajo de la media. Y eso es un problema, porque los embalses aseguran parte del suministro de agua potable de Alemania. Entonces, ¿el agua potable empieza a escasear?

Wuppertalsperre Niedrigwasser Winter 2020
El embalse de Wuppertal tiene una capacidad de unos 25 millones de litros, pero en el invierno de 2020 la cuenca estaba casi vacía.

La mayor parte del agua potable en Alemania -más del 70%- procede de aguas subterráneas. Pero Jörg Rechenberg, jefe de la División de Agua y Suelo de la Agencia Federal de Medio Ambiente (UBA), afirma que es difícil establecer una relación directa entre el estado de las aguas subterráneas y la sequedad del suelo.

Los últimos datos de aguas subterráneas a nivel nacional proceden de 2015, y no se espera que se realicen nuevas evaluaciones hasta finales de este año.

Las cifras actuales de los estados federados, por su parte, no auguran nada bueno. El estado central de Hesse, por ejemplo, informa: “A finales de diciembre de 2020, los niveles de las aguas subterráneas en Hesse estaban por debajo de la media en el 73% de los puntos de control”.

Rechenberg afirma que es demasiado pronto para hablar de estrés hídrico en Alemania, una situación que supondría la extracción constante de más del 20% del agua disponible. Actualmente, la media nacional se sitúa en torno al 13%. Pero Rechenberg lo tiene claro: “Los tres últimos años de sequía han demostrado que tenemos que gestionar el agua de otra manera, de lo contrario pronto nos encontraremos con estrés hídrico”.

Nueva estrategia del agua prevista para 2021

Rechenberg y Borchardt tomaron parte en el Diálogo Nacional sobre el Agua en Alemania, un foro lanzado por el gobierno federal en 2018. Reunió a más de 200 expertos de los ámbitos de la gestión, la administración y la investigación del agua para debatir cómo el país podría afrontar mejor la escasez relacionada con el cambio climático en el futuro. Sus recomendaciones se incorporarán a una estrategia nacional del agua, que el Ministerio de Medio Ambiente tiene previsto revelar a mediados de año.

Hasta ahora, la agricultura alemana apenas ha necesitado riego adicional. Pero la demanda crecerá en el futuro si las lluvias siguen siendo escasas. Y esto podría suponer un peligro para el suministro público de agua, sobre todo en los calurosos meses de verano, dice Rechenberg. En ese caso, añade, habría que establecer claramente las prioridades: por ejemplo, siempre debería haber suficiente agua fresca para cocinar o ducharse, pero no necesariamente para regar un jardín privado.

BdTD Deutschland Nebel in Frankfurt
Este tramo del río Nidda en Fráncfort del Meno es todo menos natural.

El sector agrícola también tiene que cambiar, dice. Y menciona desde el uso de plantas adaptadas a sus respectivas ubicaciones hasta el aumento de la recogida de agua de lluvia y el uso de técnicas de riego más inteligentes, como el riego por goteo, en el que las tuberías del suelo llevan el agua a las raíces de las plantas con una precisión milimétrica. Pero la mayor parte del agua en Alemania la consumen el sector energético, la minería y la industria, y en estos ámbitos no ha habido verdaderos incentivos para ahorrar agua.

Empeora también la calidad del agua

Con el telón de fondo de la crisis climática, no solo la cantidad del agua puede causar problemas en el futuro. La calidad del agua de los ríos y arroyos también está empeorando, según la UE: solo el 8 por ciento está en buen estado.

“Las principales razones son los numerosos contaminantes, por ejemplo, los residuos de la minería, como el mercurio, y el fósforo y el nitrato de los fertilizantes utilizados en la agricultura industrial, y también las represas y la profundización de los ríos para la navegación”, explica Lilian Neuer, experta en agua de la organización medioambiental alemana BUND.

El hecho de que tres grandes proveedores de agua de la región de Renania dieran la voz de alarma demuestra la urgencia del problema. En un vehemente llamamiento, las empresas de Alemania, Bélgica y los Países Bajos pidieron a los ministros de agricultura de la UE que limitaran drásticamente el uso de pesticidas, estiércol líquido y otros fertilizantes en la agricultura. Si no se pone freno, advierten, no se podrá mantener la calidad del agua potable prescrita por la ley.

Esto significa que hay mucho en juego en la estrategia nacional del agua que el gobierno alemán publicará próximamente.

Deutsche Welle

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