Pompeo en Italia y el Vaticano, una visita tensa en medio de las elecciones

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que celebra una gira por Europa en medio de la campaña presidencial estadounidense, inicia este miércoles una serie de encuentros en Italia y en el Vaticano, marcados por las recientes críticas a la Santa Sede.

Pompeo, que permanecerá dos días, participará al foro organizado el miércoles en un hotel de Roma por la embajada estadounidense sobre la libertad religiosa y el jueves se reunirá en el Vaticano con su homólogo, el cardenal Pietro Parolin.

El secretario de Estado estadounidense no será recibido por el papa Francisco, una decisión del Vaticano para evitar interferir en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre y que coincide con los duros comentarios estadounidenses contra el histórico acercamiento entre el Vaticano y la China comunista.

Las presiones de Estados Unidos para que se rompa el acuerdo entre la Santa Sede y China para el nombramientos de obispos, pacto que el Vaticano confirmó que se va a renovar en octubre, ha suscitado tensiones entre las partes.

El presidente estadounidense Donald Trump pidió la ruptura a través de su secretario de Estado, quien publicó hace diez días un tuit y una columna, en los que asegura que la Santa Sede “pone en peligro su autoridad moral” si renueva el acuerdo con China.

La declaración de Pompeo, que denunció también las “horribles” persecuciones de creyentes de todas las religiones en el gigante asiático, cayó muy mal en el Vaticano y alimenta la distancia, cada vez mayor, entre la actual jerarquía de la Iglesia católica y el presidente Trump.

“Me parece que la actual presidencia estadounidense actúa solo en perspectiva de las elecciones. Buscan la reelección de Donald Trump y actúan siguiendo sólo esa lógica”, advirtió el cardenal hondureño Oscar Arnulfo Rodríguez Maradiaga en declaraciones a la prensa italiana.

En busca del voto católico

“El tema de China no importa, lo que buscan es el voto de los católicos de Estados Unidos”, explicó por su parte Massimo Faggioli, historiador y teólogo italiano, profesor de la Universidad de Villanova de Estados Unidos.

Para el experto, “intentan convertir en votos para Trump un cierto sentimiento anti-papa Francisco y anti-Vaticano, que ha crecido en los últimos años”, explicó a la AFP.

Pompeo, un ferviente cristiano evangélico, ha multiplicado su discurso religioso para reconquistar el electorado que contribuyó en gran medida a la victoria en 2017 de Donald Trump.

El secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo visita el Museo Judío en la ciudad griega de Salónica, el 28 de septiembre de 2020

Según el centro de investigaciones Pew Research Center, la iglesia católica estadounidense está dividida en dos sectores, uno a favor de los republicanos, formado en su mayoría por blancos, y otro a favor de los demócratas, formado en general por hispanos.

El voto católico puede resultar por lo tanto decisivo en las elecciones presidenciales.

El papa Francisco además suele ser atacado por los católicos ultraconservadores estadounidenses, que lo tildan de “comunista” y ha sido blanco de campañas para desacreditarlo por parte de sectores que se oponen a sus posiciones contra la pena de muerte, a favor de los inmigrantes y a su inédita defensa del medio ambiente a través de la encíclica Laudato, contraria a los intereses de poderosos empresarios locales.

Pompeo se reunirá también con su homólogo italiano, el canciller Luigi di Maio, así como con el jefe de gobierno Giuseppe Conte.

Las relaciones bilaterales, la crisis desatada por el covid-19 y el despliegue de la tecnología 5G figuran entre los temas a tratar así como la relación de Italia con China.

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, firmó dos nuevos acuerdos comerciales a finales de agosto en Roma e Italia selló un acuerdo para fomentar las “Nuevas Rutas de la Seda”, un faraónico proyecto de infraestructura marítima y terrestre lanzado por Pekín en 2013.

AFP.

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