El barril del petróleo Brent alcanza su precio más alto desde 2014

Los expertos apuntan a la OPEP como solución a esta escalada, pero sus miembros no quieren revertir precipitadamente los recortes de producción decretados al llegar la pandemia.

El barril de crudo Brent alcanzó su precio más alto en más de siete años, impulsado por tensiones geopolíticas, perturbaciones de la oferta y una demanda creciente a pesar de la inquietud generada por ómicron. 

Hay varios factores que, según los analistas, explican estos máximos del petróleo en más de siete años. La demanda asiática mantiene su fortaleza al mismo tiempo que la variante ómicron está destruyendo menos demanda de lo previsto.  A esto se le suman la crisis entre Rusia y Ucrania que podría perturbar el suministro de gas a Europa o el descenso de producción en países como Nigeria o Angola. 

La combinación de ambos factores llevaron ayer a la principal referencia europea del mercado petrolero, el Brent, a su nivel más alto desde finales de 2014: cerca de los 90 dólares por barril. Se trata de un 12% más que a principios de año. Traducidos estos datos en la práctica suponen buenas noticias para las empresas y los países productores y malas para los consumidores en general. 

Los expertos apuntan a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) como solución a esta escalada, pero sus miembros no quieren revertir precipitadamente los recortes de producción decretados al llegar la pandemia, cuando los precios se desplomaron.

La transición energética  impulsada por políticas verdes sigue su curso con una descarbonización acelerada en varios países que reemplazará el crudo y el carbón por energías limpias, pero al mercado petrolero aún le queda un tiempo de precios altos. Sobre todo ahora cuando la demanda sigue en aumento a medida que la economía mundial regresa paulatinamente a su nivel de actividad prepandémico.

Los bajos niveles de reservas, los menores desde lo más crudo de la pandemia, añaden también presión sobre el precio del Brent: mientras el consumo no baje, el nivel de crudo almacenado en los depósitos seguirá cayendo. Y esto parece que no va a pasar teniendo en cuenta el bajo impacto de ómicron en la demanda, mucho menos de lo esperado que a finales del año pasado cuando se detectó por primera vez la variante. 

Fuente: Radio Francia Internacional

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