Conductores de reparto de Uber, Rappi y otras protestan en Brasil en medio de pandemia

Los conductores buscan mayores salarios y mejores medidas de salud, con Brasil ahora siendo un foco de coronavirus y los trabajadores de reparto enfrentándose a la exposición al virus.

Desfilaron por la avenida Paulista de Sao Paulo, la calle principal de la ciudad, bloqueando el tráfico, y también protestaron en otras ciudades brasileñas.

El gobierno dijo esta semana que alrededor del 50% de los brasileños en edad laboral están sin trabajo debido al coronavirus, en momentos en que la crisis empuja a más y más personas a opciones de empleo precarias.

Las medidas de cierre han generado una mayor demanda de alimentos entregados en casa en la mayor economía de América Latina. Lidera el mercado iFood de Brasil, seguida por la colombiana Rappi y Uber, que son compañías más grandes pero no tan prominentes en el gigante sudamericano.

IFood dijo que algunos de sus usuarios estaban pidiendo hasta un 30% más de entregas ahora que antes de la crisis.

Pero los conductores se quejaron de que las aplicaciones les pagan menos mientras les hacen trabajar más, y que enfrentan una posible suspensión si no cumplen. Varios dijeron que son atraídos por altos salarios al principio, que luego disminuyen con el tiempo.

“Nos están haciendo trabajar los fines de semana, todos los días, o nos enfrentamos al riesgo de ser bloqueados”, dijo Felipe Gomes, quien reparte para iFood.

No es la primera vez que los trabajadores de reparto salen a las calles a manifestarse contra Uber, Rappi e iFood. Pero esta manifestación parecía ser más grande.

Los clientes y restaurantes recurrieron a las redes sociales para apoyar a los conductores. Sus condiciones de trabajo también han llamado la atención de los fiscales, que han iniciado investigaciones de todas las aplicaciones y demandaron a iFood.

Las empresas clasifican a los conductores como autónomos, insistiendo en que son intermediarias entre los restaurantes y la fuerza laboral de entrega. Dicen que las aplicaciones brindan a los trabajadores la libertad de establecer sus horas y su nivel de compromiso. Pero los trabajadores y los fiscales están totalmente en desacuerdo.

REUTERS

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