Cae en 72% exportación de urea y los agricultores compran en el exterior

Foto: El Deber

La urea fue el producto más exportado por Cochabamba en 2022, pero, en el primer semestre de este 2023, las ventas externas del fertilizante cayeron en 72 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Para los expertos, esta baja se debe al paro programado de la planta por tres meses y la caída de los precios internacionales del producto.

Los productores y analistas cuestionaron que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) haya programado un paro tan largo de la Planta de Amoniaco y Urea (PAU), que ocasionó la pérdida de mercado y de ingreso de recursos económicos para el país. Además, causó que el producto sea importado o internado vía contrabando al mercado nacional.

En 2022, el país exportó urea por 193 millones de dólares, superando al gas que sólo alcanzó 100 millones de dólares y el banano 41 millones de dólares. Sin embargó, en el primer semestre de este año, la exportación de urea cayó en 72%, comparado con el mismo periodo de 2022, señaló el Comex del INE en un boletín. 

Este primer semestre, se exportó 105 millones de kilos de urea y se percibió un ingreso de 39 millones de dólares. Pero en ese mismo periodo de 2022, se exportó 225 millones de kilos por 135 millones de dólares, según datos del INE procesados por la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco).

En un comunicado de prensa, YPFB informó que, desde el 17 junio y por 45 días, la Planta de Amoníaco y Urea ingresaría en un paro programado para realizar trabajos de mantenimiento. Esa paralización se extendió más de lo previsto, ya que recién el 4 de septiembre pasado volvió nuevamente a operar.

El director del Observatorio Económico de la ICAM, Francisco Terán, explicó que esta baja tan considerable se debe sin duda a la paralización de la PAU por varios meses, además habría influido la caída de los precios internacionales. 

Según estimaciones de nuestro entrevistado, este año será casi imposible alcanzar los niveles de exportación de urea de 2022.

“Este primer semestre, no llegamos ni a la cuarta parte de lo exportado en 2022 y será casi imposible alcanzar los niveles anteriores de exportación. En gestiones pasadas, el precio de la urea era hacia el alza lo que incide en los costos de exportación”, dijo.

Ante la suspensión de la producción nacional de urea, el país retomó las importaciones del fertilizante y otra cantidad ingresó de contrabando, informaron los exportadores de banano. El primer semestre de este año, Bolivia importó 50.073 kilos de urea por un valor de 26.459 dólares, según datos del INE procesados por el IBCE. 

El vicepresidente de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), Rolando Morales, explicó que la falta de urea nacional se sintió en el mercado, por lo que se vieron obligados a comprar el producto del extranjero en contra de la política de sustitución de importaciones que promueve el Gobierno nacional. 

“La suspensión (de la PAU) nos obliga a comprar urea a un mayor precio de exportación, que es entre un 15 a 20% más. Hasta el momento, nosotros no vemos que se avance contundentemente en la línea de la sustitución de importaciones, aparentemente nuestras industrias estatales están con muchos problemas, y eso nos obliga a comprar de afuera”, enfatizó.

Detalló que la tonelada de urea se compraba en 350 dólares y la extranjera estaba sobre los 500 dólares. Explicó que el aumento del precio de los insumos eleva también el costo del producto final para la población.

“El agro cochabambino va de la mano de la industrialización y la sustitución de importaciones. Necesitamos que las empresas estatales tengan una provisión permanente de semillas y fertilizantes, mientras no exista esa garantía seguiremos importando con mayores precios. Eso afecta al producto final y nos hace menos competitivos”, manifestó.

El representante de la Unión de Bananeros de Cochabamba (Uniban), Agustín Conde, explicó que la paralización de la producción nacional de urea causó que los productores usen urea peruana, rusa, argentina y china.

“Se ha sentido el bajón (de urea nacional) y se ha suplido con producto de contrabando. Hay urea de toda calidad en el mercado, la peruana es de alta calidad, se puede encontrar un quintal de urea desde 160 a 330 bolivianos”, indicó. 

Exportación

En 2018, el país exportó 238.853 toneladas de urea que generaron un ingreso de 67 millones de dólares. En 2019, se exportó un volumen de 305.779 toneladas por 75 millones de dólares. En cambio, en 2020, la cifra cayó a cero por la paralización de la factoría. En 2021, se retomaron las operaciones y se exportó 49.116 toneladas valuadas en 31 millones de dólares.

Importaciones

Independientemente de las paralizaciones de la PAU, la importación de urea se ha mantenido en el país de manera constante. En 2021, alcanzó su mayor pico con 24 millones de kilos que generó un gasto de 12 millones de dólares. En 2020, se exportaron 19 millones de kilos y por ese volumen se pagó 7 millones de dólares, y, en 2022, se compró 579.204 kilos valuados en 403.417 dólares.

Mercado

Desde su inauguración en 2017, la PAU ha enfrentado constantes paros imprevistos, por lo que solamente alcanzó una tasa de operación promedio del 27% en relación con su capacidad instalada, que es de 2.100 toneladas al día. Así lo reflejó un análisis elaborado por la consultora Gas Energy Latin America (GELA) con base a datos oficiales.

Terán indicó que los constantes paros sin alcanzar los niveles óptimos de producción pueden provocar que los compradores externos se pierdan por incumplimiento de los contratos firmados.

“Desde la inauguración, nunca se la utilizó al cien por ciento y los volúmenes no son los óptimos en relación con la capacidad instalada. Segundo, estos últimos años han tenido paralizaciones significativas, lo cual incide en que no se pueda producir al total de su capacidad”, sostuvo. 

El analista en hidrocarburos y director de GELA, Álvaro Ríos, aseguró que las plantas petroquímicas no deben tener constantes paros programado. Lo correcto es que eso suceda una vez cada dos o tres años.

“Comparando con las refinerías del país, estas no paran nunca tres meses. La planta de urea para tres meses y en más de 20 oportunidades desde su inauguración. El Estado empresario no funciona”, aseveró.

Fuente: Los Tiempos

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