La exploración en Ñancahuazú no halla gas y es el segundo fracaso

La compañía petrolera Total E&P Bolivie confirmó que la exploración de gas en el pozo Ñancahuazú-X1 dio “negativo”. Éste se considera el segundo gran fracaso después de que -en mayo del año pasado- en el Pozo Boyuy no se halló  condiciones para la producción  de gas, pese a que llegaron a 8.000 metros de profundidad.

“Las actividades de perforación del pozo exploratorio Ñancahuazú-X1 (NCZ-X1) se iniciaron en 2018. El pozo alcanzó una profundidad total de 5.830 metros sin que se encontraran las arenas del reservorio”, indicó la compañía en un comunicado.

 El anuncio fue público luego de que Total E&P  informó a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) la finalización del programa de perforación.

El exministro de Hidrocarburos  Álvaro Ríos  admitió que este es un nuevo tropiezo.

“Hace dos años había una expectativa de que varios pozos programados salieran positivos. Entre ellos teníamos Boyuy, Boicobo, San Telmo y Astillero; pero lastimosamente la geología nos está jugando una mala pasada, muy a pesar de la poca exploración que hay”, manifestó.

Ríos explicó que quedan “muy pocos” pozos exploratorios para los siguientes dos a tres años. “Sipotindi está en perforación por YPFB Corporación, Margarita Profundo creo que no se va a perforar pero eso deberá confirmar YPFB. Finalmente, queda uno más de YPFB Chaco y no hay más. Tenemos  dos a tres pozos exploratorios, de los seis a siete que teníamos y que han ido saliendo secos o no se han perforado”, apuntó.

En julio de este año, YPFB informó que “el gran potencial de gas natural” de Ñancahuazú-X1 iba a confirmarse cuando el proyecto llegue a los 5.500 metros de profundidad, pero la petrolera francesa llegó a 5.830 metros sin que se encuentren evidencias de un reservorio gasífero.

Ríos dijo que como país, entre oficialismo y oposición, se “debe hacer algo”. “Se tiene  que discutir los incentivos porque de lo contrario vamos a importar gasolina y luego gas”. Por tanto, sugirió dar “un golpe de timón” y comenzar la exploración en 20 pozos para que de ellos tres o cuatro sean positivos.

En mayo se generó una polémica por el pozo Boyuy-X2 que no dio los resultados que esperaba el Gobierno después de haber perforado 8.000 metros de profundidad; ahora se deberá buscar gas en otros campos. Fuentes ligadas al sector aseguraron que el pozo más profundo del energético cerró porque el gas no fluye y su eventual explotación no resultaría rentable.

Sin embargo, el exministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez afirmó, a los pocos días, que el pozo Boyuy-X2 se constituye en “un éxito exploratorio”, el más importante de los últimos años. Además dijo que “hay un mar de gas” pero que “la declaratoria de comercialidad no se da con solo un pozo, como es Boyuy-X2,  es más complejo, se va hacer el Boyuy-X3 y Boyuy-X4”.

Para el analista Francesco Zaratti el fracaso del campo Ñancahuazú es una señal de que el ciclo del gas está en fase terminal.

 “Debemos tomar conciencia de que no sólo son condiciones para explorar o dar ventajas para traer inversiones. No son motivos de tipo legal, es también un problema geológico que aparece más frecuente”, afirmó.

Zaratti dijo que ya no se habla de megapozos, pero en aquellos que podrían dar “un respiro” para tres a cuatro años “encontramos fracasos exploratorios”.

“Debemos cambiar de chip, el camino del rentismo, de la venta de recursos naturales y del gas -en especial- ya no es realista. En el futuro nos puede acarrear problemas muy serios en cuanto al abastecimiento de energía”, afirmó el experto.

Sugirió que se debe empezar una transición a la obtención de recursos energéticos renovables y no convencionales provenientes del sol, el viento y el agua.

Página Siete

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