El Gobierno boliviano envió ayer a la Asamblea Legislativa cinco proyectos de contratos para la exploración y explotación de gas y petróleo con una inversión de 582,2 millones de dólares. Los mismos, en caso de ser aprobados, serán firmados con las sucursales bolivianas de dos empresas: Canacol Energy Colombia SAS y Vintage Petroleum Bolivia LTD.
“El Gobierno remite al legislativo cinco anteproyectos de ley que implican solicitud de autorización para la suscripción de cinco nuevos contratos de servicios petroleros que viabilizan la exploración y explotación de hidrocarburos en regiones de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija”, informó ayer el ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, en una rueda de prensa que se hizo desde el Palacio de Gobierno.
La autoridad señaló que con los cinco proyectos se proyecta una renta petrolera de 1.700 millones de dólares. Asimismo, de acuerdo a las diapositivas expuestas por el ministro, los cinco proyectos generarían una recuperación de 791 billones de pies cubicos de gas y 11,7 millones de barriles de petróleo.
“Aproximadamente se añadiría 3 millones de metros cúbicos diarios (m3d, a la producción de gas) y 5 mil barriles de petróleo crudo por día”, dijo Molina.
Canacol apuesta por hacerse con dos contratos que tendrán una inversión de 77,7 millones de dólares en la región de Santa Cruz..
Vintage, por otro lado, pretende tres contratos que demandarán una inversión de 504,5 millones de dólares para proyectos en las regiones de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca.
El ministro Molina añadió que, si los proyectos son tratados con rapidez en el Legislativo y éstos son aprobados, la producción podría comenzar en 2023. En caso de que los resultados de las exploraciones sean positivos, se espera una renta petrolera de 1.700 millones de dólares.
En mayo, el Gobierno anunció que para este año se tenía previsto producir 45 millones de m3d de gas natural, un monto menor a lo que se produjo en años pasados. Aún con esta reducción de volumen, se proyectó obtener 3 mil millones de ingresos debido a los altos precios que los hidrocarburos tienen en este momento en el mercado internacional y a los acuerdos que llegó el Ejecutivo con Argentina antes de que inicie el invierno.
La firma de estos cinco contratos, de hacerse realidad, permitirán inyectar mayores recursos a la exploración de hidrocarburos, una tarea que no se priorizó durante el gobierno de Evo Morales, indicaron analistas en reiteradas oportunidades. Esto generó que las reservas gasíferas del país caigan considerablemente desde 2014, lo cual derivó en la reducción de volúmenes y la consiguiente disminución de los ingresos al país.
Los recursos tributarios del sector de gas y petróleo en 2021 cayeron a niveles de 2006 (alrededor de los 6 mil millones de bolivianos), cuando en 2014 llegaron a 19 mil millones.
DATOS – YPFB defiende su contribución
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó a través de una nota de prensa que hasta junio de 2022 pagó un total de 3.582 millones de bolivianos al Servicio de Impuestos Nacionales.
Por Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), YPFB canceló 3.218 millones. El resto de los impuestos (IVA, IT, IUE-BE, RC-IVA y otros) sumaron 364 millones.
“Aquí no está contemplado el pago de las subsidiarias que desarrollan sus actividades en el upstream y downstream. Si se toma en cuenta a toda la corporación, el impuesto superaría los 6 mil millones en los seis primeros meses”, se lee en la nota.
Fuente: Los Tiempos
