El Gobierno nacional destaca que en Bolivia la inflación se mantenga baja en comparación al resto de los países de la región y del mundo en un contexto complejo de la economía internacional por la guerra en Ucrania. Sin embargo, analistas advierten que esta situación es “una fantasía” que genera déficit fiscal, contrabando y reduce la productividad y competitividad.
El economista José Espinoza recordó que para mantener los precios bajos el Estado, con recursos públicos, debe pagar altos subsidios, lo cual genera el déficit fiscal. Aplica controles de precios que reducen el margen de ganancia de los productores y desincentivan la producción.
Añadió que el tipo de cambio fijo (6, 96 bolivianos por dólar) incentiva el contrabando y éste a su vez ayuda a que los precios de los productos se mantengan bajos. “Estos precios bajos son una fantasía, y hay que ver cuán sostenible es esto”, dijo.
La variación acumulada del Índice de Precios al Consumidor (IPC), el cual grafica el aumento de los precios de los productos de la canasta familiar, da un aumento de 1,18 por ciento en lo que va del año hasta junio.
El docente de Economía en la Universidad de Mercer, en Estados Unidos, Antonio Saravia, destacó que el IPC evidencia una inflación baja, pero que va en aumento; esto señala el encarecimiento de algunos productos.
“Pero el Gobierno se empeña en mantener precios fijos, quieren tapar el sol con un dedo y esto genera mercados negros, colas, menor calidad de los productos. A la larga te genera déficit, aumento de la deuda y problemas institucionales que luego pueden estallar”, dijo Saravia.
El economista añadió que ante la escasez y el encarecimiento de algunos productos la respuesta lógica debería ser reducir su consumo o buscar alternativas, pero las medidas aplicadas por el Gobierno más bien van en contracorriente y fomentan el consumo.
En opinión de Espinoza, las posibles alternativas “son difíciles”, pues pueden ocasionar descontento y conflictos sociales. No obstante, “se debería ajustar y focalizar los subsidios”.
El Gobierno reconoció que la baja inflación se debe al tipo de cambio fijo, a la política de subsidios y los fondos públicos, según una publicación de la ABI.
Asimismo, en reiteradas oportunidades, distintas autoridades han manifestado que mantendrán uno de los subsidios más costosos: el de los combustibles.
“El Gobierno no va a eliminar las subvenciones ni alterar el tipo de cambio porque eso significa trasladar la carga a la gran mayoría de la población, dijo el exministro de Autonomías Hugo Siles, según ABI.
FMI proyectó 7,4% inflación mundial
De acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), la tasa de inflación mundial este año podría promediar un 7,4 por ciento. Las economías emergentes y en desarrollo podrían registrar un 8,7 por ciento de inflación, y las economías más avanzadas, un 5,7 por ciento.
No obstante, el Gobierno boliviano proyectó para este año una inflación de 3,3 por ciento. En 2021, el país cerró con una inflación del 0,9 por ciento.
En Argentina se prevé una inflación del 51,7 por ciento, y en Venezuela, del 500 por ciento. El resto de los países de la región, a excepción de Ecuador y Bolivia, tendrían este año una inflación de entre 5 y 10 por ciento.
Fuente: Los Tiempos
