Crecimiento del salario no abastece el bolsillo del ciudadano boliviano

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En los últimos 30 años el sueldo mínimo en Bolivia subió de Bs 190 a 2.362.

En Bolivia pese a que el incremento del salario mínimo nacional ha subido de Bs 190 a Bs 2.362, entre 1994 y 2023, analistas consideran que el mismo “no refleja de manera directa un incremento en el poder adquisitivo de los trabajadores”. Por su parte, el Gobierno del presidente Luis Arce Catacora, ha asegurado que el incremento del salario mínimo nacional “es para dinamizar la economía boliviana”.

Hace unos días, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) publicó un boletín donde muestra la evolución del salario mínimo nacional entre 1994 y 2023. Para este trabajo utilizó de fuente los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Entre 1994 y 2003, durante los gobiernos de Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo Banzer y Jorge Quiroga, el salario mínimo subió de Bs 190 a Bs 440 manteniéndose sin modificación durante dos años, 2004 y 2005 durante los gobiernos de Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez.

Durante el primer año de gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), en 2006, el incremento llegó a Bs 500. Luego, paulatinamente, el salario mínimo ha ido aumentando por año entre Bs 100 a Bs 150, y en algunos casos hasta Bs 200.

En el año 2015, cuando el salario alcanzó los Bs 1,656, el entonces ministro de Economía y ahora actual presidente del Estado, Luis Arce Catacora, señaló que en los primeros nueve años de gobierno del MAS el mismo se había incrementado en un 256%.

Entre 2019 y 2023, durante los gobiernos de Evo Morales, Jeanine Áñez y la actual gestión de Arce, los sueldos mínimos han sido de Bs 2.122, entre 2019 y 2020, Bs 2.164 en 2021, Bs 2.250 en 2022, y el actual monto 2.362 en 2023.

Esto muestra un incremento del 2% entre 2020 y 2021, 4% en 2022 y de 5% para el 2023.

Por otro lado, en los últimos cinco años, los salarios medios nominales del sector público crecieron en promedio un 0,2%, en tanto que los salarios medios del sector privado aumentaron en 1%.

Por ejemplo, en 2018 el salario medio nominal en el sector público era de Bs 4.208 y en este año llegó a los Bs 4.245. En tanto que el salario medio real en 2018 fue de Bs 1.421 y en el presente año llegó a los Bs 1.336.

Para el sector privado, el salario medio nominal en 2018 llegó a Bs 4.768 y en 2023 fue de Bs 5.001. A su vez, el salario medio real alcanzó los Bs 1.611, en 2018, y Bs 1.574 en el 2023.

La presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, señaló que este incremento del salario mínimo, en los últimos 30 años, corresponde a una evolución nominal de la moneda de curso legal, que acompaña entre otras cosas los efectos de la inflación, y no refleja de manera directa un incremento en el poder adquisitivo de los trabajadores.

“Por el contrario con ajustes a la metodología para la estimación del IPC (Índice de Precios al Consumidor) por el INE, de manera oficial se distorsiona en fuentes oficiales el efecto de la inflación. Estos efectos se evidencian en la rutina diaria de la población que siente cómo su economía se deteriora, aunque las cifras macroeconómicas digan lo contrario”.

Sobre si el sueldo mínimo abastece para el trabajador boliviano en la actualidad, Pacheco dijo que es algo complejo y depende de una serie de factores. Uno de ellos es el costo de vida en Bolivia, donde la estructura económica del país que es predominantemente informal.

Agregó que según datos del INE, el costo de vida en el país ha aumentado en un 6,1% en los últimos 12 meses. Lo que significa que si un trabajador recibe el salario mínimo necesitaría un aumento de Bs 132 aproximadamente para poder cubrir sus necesidades básicas.

“Teniendo en cuenta estos factores, se puede concluir que el aumento del 5% en el salario mínimo nacional no es suficiente para la realidad actual del trabajador boliviano para compensar el aumento del costo de vida y las condiciones precarias de trabajo en el país”.

Por su parte, el investigador Bruno Rojas dijo que el salario mínimo actual de Bs 2.362 con relación al costo de una canasta básica familiar de Bs 8.302, calculada hace más de 11 años, equivale al 30% de lo que sería la fuerza de trabajo de un trabajador en cualquier sector, ya sea público o privado.

“En términos nominales se puede observar un incremento importante (en el salario mínimo) de diez veces más. Pero la gran pregunta es ¿cuánto puede comprar el trabajador con lo que recibe actualmente? Antes la capacidad de compra era del 66% del salario real, lo que deja una caída fuerte de los salarios de un 32%”, explicó.

En tanto, el economista Germán Molina indicó que el salario mínimo nacional en términos reales, descontando la tasa de inflación, no ha sido afectado por el costo de vida de acuerdo a las cifras oficiales que se tienen.

Pero el fin de semana, agregó Molina, cuando el trabajador se dirige a un mercado o supermercado este encuentra que los precios van subiendo. “La explicación es que se está registrando una inflación reprimida, la misma está siendo sostenida con un costo elevado de subvención a los hidrocarburos y otros productos”.

Finalmente, el analista y economista, Jaime Dunn, dijo que está comprobado que el salario mínimo cuando es muy alto afecta directamente, por ejemplo, a los jóvenes que recién han comenzado a trabajar.

“Hay trabajadores recién graduados de la universidad que están dispuestos a trabajar media jornada para aprender, pero no se los puede contratar porque hay que pagarles salario mínimo, o también tienes que decirles a los empleados que si les pagaras salario mínimo, pero solamente por comisiones”, señaló.

Tambien dijo que Bolivia es uno de los países que tiene los salarios mínimos más altos pero con una baja productividad, a nivel de Latinoamérica.

Fuente: El Deber

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