El presidente brasileño Jair Bolsonaro da positivo en el test de coronavirus

Os presidentes da República, Jair Bolsonaro e do Supremo Tribunal Federal, ministro Dias Toffoli, fazem declaração à imprensa no Planalto

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha dado positivo al test de coronavirus, según ha anunciado él mismo este martes en televisión.

 El mandatario dijo el lunes que se había sometido otra vez a la prueba, en esta ocasión, después de reportar síntomas. Tras el anuncio de que se había realizado el test, informó que estaba realizando el tratamiento con hidroxicloroquina, un medicamento que ha defendido desde el comienzo de la pandemia, a pesar de no tener evidencias científicas de su efectividad. Bolsonaro estuvo por la tarde en el hospital de las Fuerzas Armadas, donde le detectaron fiebre de 38 grados. Se realizó entonces una resonancia magnética en sus pulmones para verificar si los órganos estaban comprometidos. Al regresar al Palacio da Alvorada, alrededor de las seis de la tarde, habló con sus seguidores protegido por una mascarilla y evito acercarse mucho por precaución.

Esta era la cuarta vez que el mandatario brasileño se realizaba la prueba, en mayo pasado, forzado por la corte suprema, el presidente entregó a ese tribunal el resultado de tres exámenes de coronavirus que se había hecho bajo seudónimos , en momentos en que crecían los rumores de un posible contagio. Según los registros que presentó, las tres veces el examen había dado negativo.

Desde el comienzo de la crisis en Brasil, el presidente ha mantenido una actitud negacionista de la enfermedad. En el pasado, se ha referido a ella como “un pequeño resfrío ” y declaró en la televisión nacional que su “historial de atleta” lo protegía de desarrollar síntomas más graves en caso de contraer el virus, en un intento por alentar a las personas a reanudar sus actividades. El presidente participó varias veces en eventos con cientos de personas y se relacionó con terceros sin usar mascarilla. La actitud de Bolsonaro contradijo siempre las pautas mundiales de control del virus e incluso su primer ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, perdió el cargo por defenderlas.

EL PAÍS

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