Reservas internacionales, tipo de cambio y déficit fiscal

Orlando Saucedo Vaca/ Director del Colegio Departamental de Economistas de Santa Cruz

Las reservas internacionales netas (RIN) están formadas por los activos externos que están bajo control del Banco Central de Bolivia (BCB). Estos activos son de disponibilidad inmediata y pueden ser usados para financiar pagos al exterior, por ejemplo, los pagos por importaciones. Las reservas internacionales también pueden ser utilizadas por el BCB para intervenir en el mercado cambiario y defender la tasa de cambio cuando ello sea necesario, es decir, que las RIN sustentan el tipo de cambio.

El disponer de amplios niveles de reservas internacionales es positivo para la autoridad monetaria y la economía boliviana. Son un indicador de la solvencia que tenemos como país, que sirven como garantía de que se está en capacidad de cumplir con los compromisos cotidianos asociados con el comercio exterior, la cuenta de capitales y honrar las obligaciones existentes. Los motivos para mantenerlas se agrupan en tres categorías principales: liquidez, seguridad (hacer frente a shocks externos) y rentabilidad, pero también son útiles, como ya lo dijimos, para intervenir en los mercados cambiarios y evitar volatilidad excesiva, y como efecto demostración para reducir la percepción de riesgo-país y, por lo tanto, los costos de endeudamiento en los mercados financieros internacionales (Palacios, 2007).

La acumulación de reservas internacionales es el resultado de las transacciones que un país realiza con el exterior. Las transacciones que producen ingresos de divisas entre otras son las exportaciones, los créditos de bancos extranjeros, las transferencias hechas por bolivianos en el exterior, y la inversión extranjera en el país. Las que generan egresos de divisas son las importaciones, los pagos de intereses de las deudas contraídas en el exterior, y los giros de bolivianos desde el interior hacia el exterior, entre otras. Cuando los ingresos son mayores que los egresos se acumulan reservas internacionales.

Con datos a noviembre de 2019 las RIN son de USD 6.518.- miles de millones representando el 16% del producto interno bruto (PIB) situándose por encima de la media sudamericana que es del 15%, alcanzando para nueve meses de importaciones muy por encima de la regla que dice que las RIN deben alcanzar para tres meses de importaciones, es decir, no estamos mal pero lo triste es la cantidad de reservas que se perdieron fruto del excesivo gasto del anterior gobierno, por tal motivo es importante detener su caída para no tener que llegar a devaluar.

En este escenario entra el déficit fiscal el cual es elevado; 8,1% el 2018, aunque en el último mes del año pasado se ha logrado revertir la tendencia creciente que tenía llegando a cerrar la gestión con 7,2% del PIB. Menciono el déficit debido a que los recursos que genera normalmente se va para importar equipos y servicios del exterior lo que hace que las reservas salgan para pagar esas importaciones y servicios, entonces lo que se debe hacer es bajar el mismo progresivamente ya que si se lo hace de golpe puede generar desempleo. Para hacer esta reducción se debe ajustar el gasto corriente, reducir el presupuesto de comunicación, evitar los sobreprecios en las adjudicaciones, además de priorizar los proyectos que si generan impacto en el empleo  y los que no que no se hagan.

El incremento de las RIN también se lo puede hacer vía inversión extranjera directa (IED), pero a largo plazo, pues como sabemos Bolivia es un país en desarrollo que su historia ha sido marcada por las expropiaciones, la inestabilidad y el cambio no solo de sus gobiernos sino también de sus políticas, los promotores de estos cambios a menudo, con o sin el conocimiento de los efectos de sus  acciones, finalmente lograron dejar al país con un saldo negativo, difícil de olvidar en el ámbito internacional (Morales, 2012). Como dirían Acemoglu & Robinson (2014) no hay nada más cobarde que un millón de dólares.

 

Comentarios