O nos unimos o nos hundimos los bolivianos

Van siete días desde que el Gobierno dijo se acabó la cuarentena rígida. A partir del 1 de junio, cada uno hace lo que puede en cada departamento. En nuestro caso, la Gobernación de Santa Cruz y el Municipio han decidido seguir la cuarentena rígida y todos en su casa. Pero definitivamente no es así. Hoy (jueves), en mi día que salgo a la calle de acuerdo al número de carné de identidad, he visto un día intenso, movido, ajetreado.

Las calles y avenidas a full tráfico, la gente en las calles, los mercados móviles en cada anillo y ni que decir de los mercados como el Mutualista, La Ramada, etc.

Todos hacen lo que quieren. A los gremiales y trabajadores por cuenta propia les doy la razón y tienen que ganar sus pesos para sobrevivir. Pero la gente que sale a comprar a los supermercados en sus vehículos lujosos y sin autorización?, eso sí que es el colmo.

Todo esto creo que es una crisis de liderazgo y de autoridad moral de las autoridades del poder local para comandar esta batalla por la vida.

«O nos unimos o nos hundimos», así de fácil. La economía boliviana siente y sufrirá sin ninguna duda los efectos devastadores. Aquí todos debemos colaborar y ser comprensivos, comenzando de los mismos bancos, empresas de servicios, casas comerciales y compañías de telecomunicaciones que apretan a la población con sus cobros a partir de este mes.

Por Dios, la situación que vive el país es excepcional y supera a cualquier otro evento que se haya podido revisar en los anales de la historia.

Bolivia ya estaba viviendo una desaceleración económica, además de haber heredado debilidades fiscales, haciendo que la situación sea difícil y quizás sea peor más adelante.

Bolivia viene arrastrando una economía informal en la que el 70% del empleo es de esa clase. El 85% de las exportaciones está concentrado en siete productos, y el Estado ha perdido el foco respecto de lo que debería de hacer. Cuando asumió el gobierno de transición éste tenía un fuerte gasto en empresas públicas, descuidó la salud y educación. Es decir, no se hizo la tarea en 15 años y se debieron modificar muchas cosas. Pero seguimos mal o de mal en peor con más corrupción, amenazas, crisis, etc.

Realmente duele Bolivia. La ineptitud y la corrupción no tienen color político ni ideología, es cuestión de formación y/o de cultura.

Muchos renunciaron a seguir haciéndose cargo por ineptos, aquí no se trataba de amenazar con meter presos a los que disentían, no era dar bonos sin planificar tiempos.

Era comprando respiradores sin robar, habilitando hospitales, dotando ítems para los médicos y enfermeras, generando ciencia y estudios como los que hicieron algunos médicos, dando bonos a su debido momento y generando algunas políticas económicas paliativas como bajar impuestos, eliminar algunos de ellos, bajar la carga salarial pública entre otras cosas. Pero no, salieron por la tangente y ¡fracasaron!


Hoy por rendición de quienes nos gobiernan en La Paz, nos toca ser al fin autónomos. Aquí también le pelaron, no exigieron ni demandaron al centralismo, seguían festejando el poder y repartiéndose pegas, le tiraron más de 70 días entre contar enfermos y muertos en televisión hasta que al fin reaccionaron.

Toca señores asumir y ahora de verdad por favor, a ejercer la autonomía que postergaron 12 años por cobardía o contubernio con el MAS.

Siempre los cruceños solucionamos nuestros propios problemas, esta no será la excepción. Lo contrario seguir en el fracaso y lo que es peor teniendo una de las tasas más altas de infectados. Con pérdidas de miles de empleos y el cierre de cientos de negocios. Será muy duro recuperar, pero aún se lo puede hacer.

Por Antonio Tudela/ Ex presidente cívico y exdirector de la ESM por Puerto Suárez

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