Quinua tropicalizada triplica la producción por hectárea y apunta a mercados europeos y asiáticos

Foto: Opinión

Fueron 12 años de investigación y adecuación de la semilla a territorios de alta temperatura, para que los agricultores puedan tener una alternancia más durante el invierno, explicó Condori.

Marín Condori, docente e investigador de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), informó que la nueva quinua tropicalizada que se cultiva en el oriente del país tiene un rendimiento promedio de 1.500 kilos por hectárea, tres veces más que en el altiplano. 

“Esa es una de las grandes ganancias que el sector ha tenido con esta investigación en quinua tropicalizada, conocemos que en el altiplano se tiene un rendimiento entre 500 a 600 kilos por hectárea, nosotros con esta quinua estamos hablando de 1.500 kilos por hectárea, en promedio, estamos hablando de tres veces más que en el altiplano”, señaló a ANF el investigador que también es socio de la empresa ALTEI, responsable de la exportación.

Condori indicó que incluso, si se dan las condiciones adecuadas de riego, fertilización, manejo oportuno de malezas y prevención de enfermedades, el cultivo tiene un techo genético de producción de hasta cinco toneladas (5.000 kilos) por hectárea. “Estamos hablando entre 8 a 10 veces más que el altiplano en tema de producción por hectárea”, apuntó.

En 2022, el investigador junto a la Universidad presentó la primera variedad de quinua tropicalizada conocida como UAGRM–FINE para ser producida y comercializada. En la universidad se habilitaron 405 hectáreas para la producción y fuera de los predios universitarios otras 1.600 hectáreas. 

Condori estimó que en unos 30 días más se levantará la cosecha de este cultivo durante el invierno y ya habrá semilla para la próxima campaña. “La variedad está desarrollada a través de genética y mejoramiento de plantas para las condiciones de los llanos de alta temperatura, no es un material desarrollado para el frío, entonces este material es totalmente diferente”, dijo.

Fueron 12 años de investigación y adecuación de la semilla a territorios de alta temperatura, para que los agricultores puedan tener una alternancia más durante el invierno, explicó.

Todo este proceso, indicó el investigador, no ha alterado las propiedades de aroma y sabor de la quinua y mucho menos su calidad nutricional. La única diferencia con la quinua del altiplano es el tamaño del grano, sin embargo, “es cuestión de genética y mejoramiento” para conseguirlo.

“En cuanto a las propiedades organolépticas son las mismas. Cuando hablamos de características organolépticas, estamos hablando del aroma, del sabor. Ahora, referente a la parte nutricional, tiene la equivalencia sustancial en cuanto a su composición de la quinua del altiplano, no hay ninguna diferencia marcada en relación a la parte nutricional, eso principalmente en lo que respecta a los aminoácidos”, apuntó.

Condori explicó que hay interés de los productores del oriente en el cultivo de la quinua, y quienes quieren ensayar con 50 y 100 hectáreas, pero también hay agricultores interesados en participar con 1.000 hectáreas. “Yo creo que para el 2024 vamos a estar con una superficie muy significativa con este cultivo”.

La quinua tropicalizada apunta a cubrir mercados en Europa y Asia con los diferentes derivados del grano andino, dijo el investigador, debido a que hay gran demanda insatisfecha. Sobre la quinua del altiplano, indicó que ésta ya tiene nicho en algunos mercados internacionales, muy bien ganados por el tipo “quinua real”.

“El mundo demanda mucha quinua y nosotros no satisfacemos esa demanda emergente que hay en el cultivo, la quinua del altiplano es un nicho, ellos comercializan y está bien, pero también tiene varios usos, hay derivados, hay harina, hay hojuelas, hay barras energéticas, es enorme la variedad, pero nosotros estamos pensando en exportar para los mercados europeos y países asiáticos”, remarcó.

Fuente: ANF

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