Comunidad Ciudadana y Creemos rechazan decreto sobre transgénicos en el país

Comunidad Ciudadana y la Alianza Creemos expresaron por separado su rechazo al decreto 4232 que autoriza la introducción cultivos transgénicos de maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya, por atentar con la salud de los bolivianos y por las consecuencias de mediano y largo plazo para el medio ambiente.

El expresidente y candidato por Comunidad Ciudadana Carlos Mesa afirmó que el decreto es inaceptable tanto desde el punto de vista político como ético porque no le corresponde a un gobierno transitorio tomar decisiones que pueden tener consecuencias al medio ambiente, señala una nota de la red Erbol.

Advierte que las semillas transgénicas pueden tener impactos negativos en la salud humana, en el medioambiente y generar rendimientos discutibles, en consecuencia, plantea una la evaluación seria de cualquier organismo genéticamente modificado,  pero ajustado a los protocolos definidos en convenios internacionales.

Mesa afirma que Añez elude consultar a la sociedad en el marco del concepto de participación social, debate ciudadano y no toma en cuenta la opinión de importantes sectores de la sociedad.

A tiempo de tachar de inconsistente la justificación de soberanía alimentaria, Mesa indica que los cultivos transgénicos no resolverán en lo inmediato las necesidades de alimentación que tienen los sectores populares que se están sacrificando en esta cuarentena, menos aún con el algodón, que no es un alimento. 

En el supuesto que se aprobara la introducción de alguna variedad, los primeros cultivos estarían disponibles más allá de la cuarentena sanitaria, comentó.

Por su lado la vocera de la Alianza Creemos, Roxana Lizárraga, dijo que el único beneficiario del decreto es cierto grupo de empresarios, acostumbrados a vivir del Estado a través de créditos blandos y la subvención vía combustibles líquidos.

“Esto ha pasado en la época de Evo Morales y el actual gobierno los mantiene. Son los mismos empresarios que tomarán control del negocio de las semillas, son los que le sangran al país, son aquellos vividores que se benefician de la política”, manifestó a tiempo de ponderar a otro grupo de verdaderos empresarios, emprendedores con su propio dinero, y que trabajan por el bien del país generando empleo.

Advirtió que las semillas transgénicas “van a destruir la vida y la salud de los bolivianos, es decir, a corto plazo si no nos vamos a morir de coronavirus, vamos a morir de cáncer porque los transgénicos producen cáncer”.

El ministro de Desarrollo Productivo, Óscar Ortiz, considera que el uso de semillas transgénicas puede ser una respuesta también importante para que se pueda fomentar mayor productividad para que se pueda se pueda fortalecer la seguridad alimentaria boliviana y generar mayores ingresos en las exportaciones.

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