La naturaleza impacta. En estos días de cuarentena las instalaciones de Urubó Golf Country Club y sus diferentes espacios deportivos, están vacías. Nadie las usa. Lo contrario sucede con sus áreas verdes y lagunas: con mayor soltura que los otros días normales, los animales silvestres que allí habitan, ahora deambulan sin restricción.
Antes de la cuarentena era normal ver todo tipo de animales: capihuaras, patos con sus crías, leques, zorros, monos, garzas, etc.. Pero se los veía no muy cerca de las instalaciones.
A decir de los directivos de Urubó Golf, “la convivencia con la flora y la fauna del lugar ha sido, es, y será una de las fortalezas de nuestro Country Club. Nuestros clientes y nosotros nos sentimos orgullosos de este vecindario armónico y sustentable”.
Ahora, dado que los socios del Country Club se quedan en sus casas, esos animales están con más holgura, y caminan y vuelan más cerca de las casas y de las instalaciones deportivas. La convivencia de los residentes de Urubó Golf con la fauna y la flora del lugar se hace más evidente en estos días. Son buenas notas en estos días de incertidumbre.