Más del 60 % de los hospitales de tercer nivel están colapsados y sin personal

Los 32 mil casos y más de un millar de muertos por Covid-19 han puesto en terapia intensiva al sistema de salud de Bolivia. Los hospitales centinela y de referencia de tercer nivel han colapsado por la gran cantidad de personas infectadas por el virus, pero además la afectación ha llegado a otros centros de salud que no estaban destinados para combatir el coronavirus.

Según dirigentes médicos y de trabajadores de salud, al menos 20 de los 34 hospitales de tercer nivel del país colapsaron, algunos incluso cerraron sus puertas a la atención externa debido al contagio de coronavirus de hasta la mitad del personal médico, la falta de insumos de bioseguridad y falta de equipamiento, entre otras razones.

La situación se agrava por la falta de personal sanitario y el número de trabajadores de salud contagiados.

“Por encima de 300 colegas que se han contagiado con coronavirus y no queda otra que hacer una desinfección de alto nivel y cerrar por un par de días, además de reemplazar a los colegas con otros colegas, por lo que hay la necesidad de más contratos, ítems”, explica el ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de Salud (Sirmes), Fernando Romero.

En los últimos días se supo del cierre de algunos centros hospitalarios por diversas situaciones, entre ellas contagio de personal de salud y falta de espacio.

El Viedma, en Cochabamba, determinó cerrar sus puertas porque al menos 90 trabajadores tuvieron contacto con pacientes positivos que fueron atendidos en salas comunes al dar inicialmente negativo.

El Hospital del Tórax, en La Paz, definió cerrar sus puertas hasta que existan condiciones necesarias de bioseguridad, tras la confirmación de ocho casos, siete médicos y una enfermera, que dieron positivo.

El Boliviano Holandés, en El Alto, suspendió las consultas externas luego de confirmarse 36 contagios en el personal sanitario.

El Hospital de Clínicas, en La Paz, informó que, debido “al incremento de personas infectadas”, se suspenden las “consultas ambulatorias” hasta nuevo aviso.

El Hospital del Niño, de La Paz, también suspendió las consultas externas y reforzó el área de emergencias para “precautelar la seguridad” de los pacientes y del personal sanitario.

A decir de representantes de los trabajadores en salud, pese a la alerta nacional, se habilitaron los centros centinela y de referencia con carencia de equipos, insumos y personal.

Se designaron 24 hospitales para atención inmediata de pacientes con Covid-19 de los 41 definidos a nivel nacional, además de plantear la dotación de 769 nuevas camas, para llegar a 1.579.

Los hospitales para Covid-19 que se implementaron por departamento están distribuidos de la siguiente manera: Pando (1), Chuquisaca (3), Beni (7), Cochabamba (3), La Paz (2), Tarija (4), Oruro (1), Potosí (1) y Santa Cruz (2).

“Hubo un error de planificación: el Gobierno pensó que sólo los hospitales Covid-19 iban a atender a los pacientes, pero eso no fue así; éstos fueron rebasados y a la población no le quedó otra que ir a los otros hospitales, como por ejemplo el Hospital de la Mujer, de La Paz, que llegan mujeres embarazadas con coronavirus, y llamas a los hospitales centinelas y no hay camas”, dijo Romero.

El presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y terapia intensiva, Adrián Ávila, que estuvo de voluntario en el oriente boliviano, refirió la situación delicada de los hospitales, rebasados por la gran cantidad de enfermos con coronavirus.

Por ejemplo, ante el colapso en Santa Cruz, se definió abrir el Hospital de Montero (la provincia cruceña con más infectados), situación que se logró concretar después de una pugna política y divergencias con la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).

En pasados días se conoció desde Cobija, Pando, el colapso del hospital Roberto Galindo, al igual que el centro centinela Perla del Acre. Paralelamente, se informó sobre 20 bajas en el área de enfermería, 22 auxiliares, cinco técnicos en laboratorio, cuatro médicos, dos bioquímicas y un odontólogo.

Ante la situación delicada, se determinó habilitar el aún no inaugurado hospital de tercer nivel Hernán Messuti, con 20 camas de terapia intensiva, pero faltan médicos, camilleros y otros.

En Potosí, sólo se tiene un hospital de tercer nivel, el Daniel Bracamonte, que fue construido a mediados del siglo pasado. Según el director de ese hospital, Ricardo Quisbert, ya se hizo la solicitud de más personal para el nosocomio, pero se está a la espera de una respuesta. Dijo que ocho profesionales de salud están contagiados con coronavirus y 60 miembros del personal fueron aislados por sospecha.

En Oruro, hay dos hospitales públicos de tercer nivel: el San Juan de Dios y el Oruro-Corea. El primero tiene su más de 200 camas totalmente ocupadas y el segundo está al límite de su capacidad.

En Santa Cruz, los hospitales de tercer nivel Boliviano Japonés, el San Juan de Dios, el Hospital de Niños Mario Ortis y la maternidad Percy Boland están al límite de su capacidad y hay más de 100 miembros del personal de salud con coronavirus y un número similar con aislamiento por sospecha, además de 10 fallecidos, indicó el Colegio Médico de esa región.

El hospital de tercer nivel de Tarija, San Juan de Dios; el de Montero, recién inaugurado, el San Pedro Claver; el de Sucre, y el de Cobija, Hernán Messuti, también recientemente habilitado, aún no han colapsado, pero están al límite. Otros centros de tercer nivel que no han colapsado, porque no son para Covid-19, son los oncológicos de Santa Cruz y Sucre, y los laboratorios Inlasa y Cenetrop, entre otros.

En criterio del Colegio Médico de Bolivia, la Sociedad de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, el Sirmes y el Fesirmes, el colapso del precario sistema de salud se iba a dar tarde o temprano, porque la salud no fue una prioridad para las diferentes gestiones gubernamentales.

“Las necesidades de los hospitales son las mismas en su mayoría. Estamos hablando de médicos, insumos, equipamiento de las UTI, equipos de protección”, señala Cleto Cáceres, presidente del Colegio Médico de Bolivia.

El Presidente de la Sociedad de Intensivistas de Bolivia refirió que el equipamiento mínimo de una UTI contempla cinco elementos: bombas de infusión, monitor multiparamétrico, ventilador mecánico, cama y tanque de oxígeno.

Otro parámetro utilizado para medir la cantidad de camas críticas en una población es el establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que por cada 10 mil habitantes debe haber una para pacientes críticos.

De acuerdo a este parámetro, Chuquisaca debería contar con 63 unidades de terapia intensiva; La Paz, con 285; Cochabamba, 200; Oruro, 55; Potosí, 90; Tarija, 58; Santa Cruz, 310; Beni, 48, y Pando, 15.

“Entonces, Bolivia debería tener como mínimo 1.160, pero no es así y en resumen siempre anda colapsados los hospitales”, explicó Ávila.

Los Tiempos.

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