Naciones Unidas exhorta al estado Boliviano a revisar la medida de la clausura del año escolar

 El Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia exhorta al Estado boliviano a revisar la decisión de la clausura del año escolar y extremar los esfuerzos para garantizar la continuidad de la educación en condiciones de igualdad, ya que la interrupción representa un retroceso para el desarrollo humano y una pérdida de oportunidades para tres millones de niños, niñas y adolescentes en Bolivia.

De acuerdo con el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la educación es un derecho fundamental. Pese a las condiciones excepcionales por la presencia de la COVID19, es necesario actuar con urgencia para asegurar que niños, niñas y adolescentes tengan acceso a la educación y continúen aprendiendo de manera inclusiva y sin ninguna forma de discriminación.

Los desafíos que derivan de la emergencia sanitaria a causa de la COVID 19 son innegables. Es importante ver y aprender de otros países en Latinoamérica, como México, Perú, Chile, Colombia y Ecuador que de igual manera han sido fuertemente golpeados por la pandemia y están haciendo esfuerzos para que la educación continúe por métodos alternativos a los presenciales.

Si bien los desafíos para ofrecer clases virtuales son significativos, es fundamental recordar que la educación vía internet no es la única alternativa de educación a distancia. El esfuerzo para modernizar el sistema educativo en Bolivia es un paso fundamental hacia el desarrollo del país; sin embargo, es un proceso que requiere tiempo y sobre todo recursos. Para garantizar la continuidad educativa durante la pandemia en Bolivia, es clave proporcionar oportunidades de aprendizaje de calidad a través de diversas modalidades como plataformas de educación a distancia o en medios de comunicación masiva que no requieran acceso a internet, tales como radio, televisión y otros, al igual que materiales impresos.

La interrupción prolongada del proceso educativo tendría serias consecuencias. Las y los estudiantes corren el riesgo de retrasar su aprendizaje y quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad tal vez ya no puedan volver a clases. En una emergencia como la que estamos viviendo, la educación es el paraguas de protección de la niñez y adolescencia para que sus otros derechos no sean incumplidos. Es importante dar continuidad al aprendizaje desde casa, pese a las dificultades que esto representa, disminuyendo así el riesgo que niñas, niños y adolescentes estén expuestos a la violencia en los hogares, trabajo infantil y otro tipo de abusos.

De acuerdo con una consulta realizada a adolescentes y jóvenes, a través de la plataforma U-Report de UNICEF entre ayer y hoy, el 62% de los encuestados no está de acuerdo con la medida de clausurar el año escolar.

Además, es fundamental que las y los docentes mantengan contacto regular con sus estudiantes para favorecer la cohesión social, el apoyo socio-emocional y afianzar el sentido de pertenencia a la comunidad y sus familias. Las y los educadores del país pueden hacer la gran diferencia en la resiliencia de las familias frente a esta emergencia.

Naciones Unidas en Bolivia reitera su compromiso e interés de continuar apoyando los esfuerzos del país para mantener a niños, niñas y adolescentes aprendiendo durante y después de la pandemia, especialmente a los más vulnerables, en un marco de diálogo y consenso entre todas y todos los actores de la educación boliviana.

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