Militares pasivos marchan en 3 regiones contra «persecución» a los jefes activos

Con la cabellera canosa, con el andar cansino y portando banderas bolivianas, así marcharon los militares del sector pasivo, de alto y bajo rango, por distintas calles de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba para denunciar acoso y persecución del Gobierno después de la detención del general de la FAB Alfredo Cuéllar, acusado  por las muertes de Sacaba en 2019.

“Patria o muerte, viva Bolivia. Patria o muerte, huevo carajo”, fue uno de los estribillos que se escuchó por el centro de La Paz. La protesta se inició en la plaza San Francisco y llegó hasta la plaza Abaroa, donde está el Ministerio de Defensa.

El general Cuéllar fue imputado por asesinato después de la muerte de 12 personas en el puente de Huayllani, en Sacaba (Cochabamba), en noviembre de 2019, durante un enfrentamiento con las fuerzas militares y policiales cuando gente movilizada del Chapare intentaba ingresar a la ciudad del Valle.

El jueves, un juez determinó detención domiciliaria, una fianza de 250 mil bolivianos y escolta con dos policías.

La aprehensión del jefe militar y el fallo de la justicia causó un malestar de los jubilados. El general del Ejército Tomás Peña y Lillo, que marchó con sus camaradas, manifestó que el proceso del general Cuéllar debe ser tratado en la justicia militar. “Estamos en esta marcha para que se respete a las Fuerzas Armadas”, dijo.

“Este es el primer paso que está dando el Gobierno boliviano; lo que quiere hacer es amedrentar a todos los bolivianos para que nadie se anime a protestar”, dijo el general  Gary Prado, minutos después  de la movilización  en Santa Cruz.

La protesta llegó hasta la plaza 24 de Septiembre, donde los militares pasivos realizaron un pequeño mitin y dieron a conocer un comunicado que según  Jorge Santiesteban es una posición a nivel nacional. “La reserva se movilizada porque al interior de las FFAA están molestos, porque no tienen garantías para ejercer sus funciones”. En Cochabamba, el sector pasivo se  concentró en la plaza de Las Banderas y en la noche los manifestantes exigieron la liberación del general Cuéllar. “Todos somos Cuéllar”, “Toda Bolivia con el general Cuéllar y las FFAA”, se leía en algunos carteles que sostenían dos militares.

En Tarija no hubo  marchas, pero los jubilados se dieron modos para pronunciarse. “Estamos indignados y molestos por lo que está pasando en las FFAA. Los militares sólo siguieron órdenes de la exmandataria Jeanine Añez”, dijo un representante del sector a medios locales.

 Los marchistas leyeron un comunicado que luego lo replicaron en los grupos internos de los militares. “Resulta claro que la institución más antigua de Bolivia está siendo atropellada por la justicia boliviana, cuyo objetivo no parece ser la justicia en sí misma, sino buscar trofeos para mostrar su poder o tratar de humillar al personal activo, mediante acusaciones formales que resultan ridículas para el sentido común”, señala una parte de la nota.

Los oficiales consideran como “risible” que un general del Estado sea acusado de asesinato. “Sería risible si no fuera por la tragedia para el oficial afectado, que pierde toda opción de ascenso y encima el riesgo de ir a la cárcel como un vulgar delincuente, en lugar de recibir el reconocimiento de la población por cumplir su deber de evitar mayores males”, señala otra parte del pronunciamiento.

Página Siete

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