Gremiales bloquean intersecciones del segundo anillo contra los informales y convierten a la urbe cruceña en un caos

Foto: JC. Torrejón

Desde las primeras horas de este martes, cientos de comerciantes bloquean algunas intersecciones del segundo anillo, como las avenidas Grigotá, Piraí, Tres Pasos al Frente y San Aurelio, para exigir a la Alcaldía que retire a los comerciantes informales que han vuelto a ocupar las calles y aceras que habían sido recuperadas. Debido a esta medida, el tráfico vehicular en estas zonas de la capital cruceña es caótico.

“Pedimos al señor alcalde que haga cumplir la ley, ordene la ciudad y retire a los comerciantes informales”, dijo el dirigente gremial del mercado La Ramada, Alberto Villacorta al señalar que nos 7.000 gremiales, de 10 federaciones, están movilizados en esta protesta.

En la rotonda del monumento al Chiriguano, un nutrido grupo de comerciantes bloquean los cuatro puntos cardinales e imposibilitan el paso de motorizados. Similar situación se vive en la intersección de las avenidas Tres Pasos al Frente, San Aurelio y la rotonda de la Madre India.

El caos vehicular en estos espacios es notorio. La molestia de los conductores que transitan la ciudad desde primeras horas es evidente. Sin la orientación de los uniformados para buscar vías alternas, cada motorizado busca su forma de zafarse del bloqueo, algunos incluso fueron vistos cruzando las áreas verdes.

En la zona del Cristo Redentor, Rodolfo Ochoa, dirigente del nuevo mercado Los Pozos, aguarda en el altar ubicada a un costado de la rotonda para reunir la gente necesaria que le permita bloquear la intersección.

Villacorta resume el pedido de los comerciantes. “La movilización exige el respeto a la ley de espacios públicos” y tiene “carácter indefinido”.

En sendos comunicados, la Unión de Asociaciones del Mercado Nuevo Plan Tres Mil y la dirigencia del Nuevo Mercado Los Pozos explican a sus afiliados las demandas. El pedido se centra en el ordenamiento de los mercados, el respeto a las asociaciones establecidos y el cumplimiento de las leyes vigentes sobre espacios recuperados.

Tanto Ochoa como Villacorta dirigen su reclamo a la actuación del alcalde Jhonny Fernández. La proliferación de comerciantes informales en las inmediaciones de los mercados nuevos del Plan Tres Mil, Los Pozos y La Ramada no solo ha tomado las calles, sino que también limita la labor de los comerciantes establecidos.

“Es un problema social. Los Pozos o La Ramada están totalmente ocupados y el ciudadano no puede transitar”, relata Villacorta. Desde la rotonda del Chiriguano, explica que los gremiales asociados en los mercados establecidos “hemos apostado por el cambio y el orden, por una mejor imagen de la ciudad”.

A pesar de las solicitudes realizadas al municipio, el dirigente duda de la respuesta ofrecida por el director de Espacios Públicos, Ferdy Urgel. “Nos ha invitación a mesas de trabajo pero nada concreto, nada serio”, lamenta.

Al tiempo que pide “disculpar al ciudadano por la molestia causada”, también invita para que “se sumen a la protesta” ya que “no podemos estar con este caos”.

El aludido director de Espacios Públicos, Urgel, explicó a EL DEBER que vienen trabajando en la recuperación de áreas públicas, como la plaza 24 de Septiembre, el parque El Arenal, el mercado La Ramada antiguo y la zona del Palacio de Justicia, y que continuarán con esa labor de acuerdo a la planificación que tienen.

Para Édgar Álvarez, representante de la Federación de Gremiales de Santa Cruz, el acercamiento con el Municipio requiere un compromiso escrito y firmado por el alcalde que ratifique que se cumplirá la norma y no habrá ambulantes en las zonas aledañas a los mercados.

De acuerdo con el dirigente, los comerciantes ambulantes informales son producto de la pandemia y el desempleo. Calcula que entre el 30% y 40% de las personas que empezaron a vender durante las restricciones de la pandemia en los mercados móviles, continúan haciéndolo en la actualidad.

“Santa Cruz parece un mercado y nos acusan a todos los comerciantes y eso que, en gran parte, son nuevos comerciantes, que han nacido por el desempleo de los cierres de las empresas. La otra parte es el desdoble de los otros mercados, que han sido trasladados, pero que no tienen la cantidad de clientela (que necesitan) y vuelven a sus puntos a querer vender para tener qué llevar a su mesa”, manifestó.

Álvarez sostiene que las demandas de los ambulantes deben ser atendidas una vez se restablezcan las mesas de trabajo, en las que se puedan tratar alternativas para ellos.

Fuente: El Deber

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