Muere en México la viuda de Gabriel García Márquez

Mercedes Barcha Pardo, también conocida como “La Gaba”, fue el “amor eterno” y una de las grandes musas para describir el mundo femenino del Nobel colombiano.

Mercedes Barcha, viuda del nobel colombiano de Literatura Gabriel García Márquez, murió el sábado a la edad de 87 años en Ciudad de México, confirmaron fuentes de su familia. 

El fallecimiento de Barcha, llamada cariñosamente “La Gaba”, fue confirmado por Gabriel Torres García, sobrino del nobel, fallecido el 17 de abril de 2014 también en Ciudad de México.

Por su parte, la Fundación Gabo, creada por el Nobel colombiano manifestó que “Mercedes Barcha falleció en su residencia en Ciudad de México, donde se estableció con Gabo en 1981”, al tiempo que recordó que la pareja se casó en 1958 en Barranquilla.

Los biógrafos del nobel dicen que Mercedes Raquel Barcha Pardo, fue una de sus grandes musas para describir el mundo femenino. “Mercedes fue la gran novela de Gabo.Una mujer absolutamente incondicional. Como pareja eran el complemento perfecto: ella tenía los pies en la tierra, mientras Gabo, para dicha de todos, era la fantasía”, escribió el colombiano diario Semana.

El amor eterno de Gabo

Barcha Pardo nació el 6 de noviembre de 1932 en Magangué, en el departamento caribeño de Bolívar, y tenía ascendencia egipcia por línea paterna.  Fue el complemento perfecto de la dedicación de su esposo a las letras, pues según relató alguna vez Jaime García Márquez, hermano del Nobel, fue su “brazo derecho” no solamente por estimularlo “sino por manejar de verdad la economía”.

Y citó como ejemplo una de las anécdotas más entrañables en la historia de la pareja: el empeño de las joyas familiares de Mercedes para permitir que García Márquez pudiera encerrarse a escribir “Cien años de soledad”.  “Esa novela es hechura de Gabito, pero con ayuda de Mercedes por tantas cosas”, señaló Jaime García Márquez.

Der kolumbianische Autor Gabriel Garcia Marquez mit seiner Frau Mercedes Barcha (picture-alliance/dpa)

El propio Gabriel García Márquez recordó en una entrevista que cuando terminó el libro él y su esposa lo llevaron al correo con la intención de enviarlo a la editorial en Buenos Aires. “Eran 700 páginas, entonces lo pesaron y dijeron que costaba 83 pesos de México a la Argentina. Y Mercedes me dijo, no tenemos sino 45. Mira es muy fácil: partí el libro por la mitad y le dije: ‘péseme este libro hasta 45 pesos’. Pesaron hasta 45 pesos y estaban hojas como quien corta carne. Cuando llegó a 45 pesos agarré esas hojas, las envolví y las mandé y nos quedamos con el resto”, dijo.

Agregó: “Entonces nos fuimos a la casa y Mercedes sacó lo último que faltaba por empeñar, que era el calentador que yo usaba para escribir -porque yo puedo escribir en cualquier circunstancia menos con frío-, el secador que usaba para la cabeza y la batidora, se fue con eso al Monte de Piedad y le dieron unos 50 pesos”.   Relató que regresaron “con el resto de la novela al correo, la pesaron y dijeron: ‘Cuesta 48 pesos'”.

“Mercedes pagó sus 50 pesos, le dieron 2 vueltos y yo me di cuenta de que cuando salimos del correo estaba verde del encabronamiento y me dijo: ‘Ahora lo único que falta es que esta novela sea mala'”, contó Gabo en una ocasión sobre las vicisitudes de su obra cumbre antes de alcanzar el éxito.

DW.

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