Revelan que YPFB ignora oferta de etanol al 50% del precio de la gasolina

Foto: El Deber

Aguaí afirmó que propuso venderle 50 millones de litros por un valor que implica un ahorro al país de $us 35 millones. La estatal petrolera habla de incremento de compra sostenido y gradual en los últimos cinco años.

Después de que se conociera que de enero a julio de este año, Bolivia importó combustibles por valor de $us 2.274 millones, superando los $us 2.250 millones registrados en el transcurso de 2021, desde el Ingenio Sucroalcoholero Aguaí, el presidente Cristóbal Roda, reveló que la estatal petrolera YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos y Energías, en dos ocasiones, han ignorado un ofrecimiento de venta de 50 millones de litros de etanol, adicionales al contrato vigente, cuyo valor de venta -afirmó- representa un 50% menos del precio que el país paga hoy por la gasolina importada.

Roda detalló que la propuesta fue realizada mediante nota dirigida al presidente de YPFB, con copia al ministro de Energía e Hidrocarburos, en mayo y agosto de la presente gestión. Insinuó que hasta la fecha no recibió ninguna respuesta de ambas autoridades.

Expuso que el precio que actualmente paga YPFB a la industria sucroalcoholera, desde la puesta en vigencia de la Ley de Biocombustibles en 2018, es de Bs 5,52 por litro puesto en ingenio, que equivale a un precio por litro neto de IVA de Bs 4,80. “Estos valores menos del 50% del precio que el país paga hoy por importar gasolina. El volumen ofertado de 50 millones de litros representa un ahorro al país de más de $us 35 millones”, afirmó.

Roda relievó que la trascendencia de la propuesta de Aguaí, separando el precio menor de venta y el ahorro en divisas, es que el etanol es fabricado en Bolivia, es un producto renovable y amigable con el medioambiente, ayuda a elevar el grado de octanaje en la gasolina, genera fuentes de trabajo y permite el ahorro de divisas al país por la sustitución de gasolina importada, en momentos en que las reservas internacionales están en el nivel más bajo de los últimos 15 años.

Los contratos actuales entre la industria sucroenergética del país con YPFB, consideran la adición de etanol en la gasolina especial de solamente el 8%, pese a que la legislación vigente determina la mezcla obligatoria del 12%.

En noviembre de 2021, YPFB acordó con los ingenios sucroalcoholeros de Santa Cruz un contrato de compra de 160 millones de litros de etanol para ser retirado en el transcurso de este año, lo que, en aquella ocasión, se dijo que implica una sustitución de un 20% de las importaciones de combustibles y ahorro de divisas para el país.

Este año se estima una producción de 290 millones de litros de etanol, que descontando los 160 millones comprometidos en el contrato con YPFB, habrá un excedente exportable de 130 millones de litros de ‘combustible verde’.

El etanol es sustituto directo de una fracción de la gasolina que es importada por el país, ante la imposibilidad que tiene YPFB de abastecer al mercado interno con gasolina producida en Bolivia.

Incorporación gradual

A tiempo de destacar que el incremento en la compra de etanol a los ingenios azucareros fue sostenida y gradual en los últimos cinco años, el gerente de Productos Derivados e Industrializados de YPFB, Óscar Claros, señaló que desde la promulgación de la Ley 1098 de 17 septiembre de 2018, en aplicación de su reglamentación en base a decretos supremos, resoluciones ministeriales y administrativas de la ANH, YPFB realizó la compra de etanol anhidro a los ingenios proveedores de este producto.

Explicó que, en los últimos cinco años, el incremento de compra ha sido sostenido, pasando de más del 50% del 2019 al 2020, hasta llegar casi al 35% del 2021 al 2022. En ese sentido, a decir de Claros, la incorporación del etanol anhidro a la matriz de combustibles se ha realizado de manera gradual, siempre en línea con la reglamentación asociada, la normativa aplicable y sobretodo la infraestructura y logística requerida para realizar la mezcla que permite incluir este producto a los combustibles a ser comercializados. “No es factible que de un día a otro se incremente la mezcla, y por ende la compra de etanol, por las restricciones antes expuestas”, puntualizó.

El ejecutivo señaló que el suministro de combustibles en el país es sujeto a una planificación compleja que incluye producción y proceso de distintos productos en plantas y refinerías nacionales, importación de diésel y gasolina desde más de 10 puntos de entrada al país, a través de distintos proveedores, logística marítima, pluvial, carretera y ferroviaria entre otros aspectos a considerar, motivo por el cual, no se puede cambiar la programación porque una empresa tuvo a bien hacer una oferta por encima de lo acordado con carácter previo.

Avances, sin resultado deseado

En el ámbito agrícola, el presidente de la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia, Óscar Alberto Arnez, anotó que el programa de biocombustibles registra avances, pero sin los alcances deseados. Acotó que la falta de acceso a créditos impide la renovación de 40.000 hectáreas de caña fuera de ciclo, lo que este año incidió en la merma del 10% de la producción y un freno en la superficie cañera.

Fuente: El Deber

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