Planta de Urea y Amoniaco trabajó a pérdida y solo volverá a operar “cuando existan condiciones”

Las operaciones de la planta de Urea y Amoniaco, instalada en Bulo Bulo (Cochabamba), están paralizadas por efecto de la histórica caída del precio internacional del petróleo, reveló este miércoles el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora.

Según la autoridad, siempre trabajó a pérdida desde 2017 cuando fue inaugurada, sus trabajadores sólo hacen labores de mantenimiento y volverá a operar  cuando existan las condiciones  para comercializar su producción en el mercado internacional.

“Lo que se está haciendo es tomar los tiempos necesarios de acuerdo con lo que nos informará YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) para requerir los insumos y posteriormente cuando existan las condiciones reactivar (la industria)”, sostuvo Zamora, a su salida de la Comisión de Economía Plural, Producción e Industria, en el Legislativo, reunión en la que brindó un informe oral sobre la inversión que se realizó en la planta.

Un reporte de la consultora Gas Energy Latinoamérica (Gela), publicada en enero, señala que en el periodo 2018 y 2019 la Planta de Amoniaco y Úrea tuvo pérdidas de 34,4 millones de dólares.

Esta información fue confirmada por Zamora, quien señaló que la factoría —que demandó una inversión de casi mil millones de dólares— siempre trabajó a pérdida y con subvención estatal.

“Ha funcionado toda su vida con subvención de recursos del Estado y, lamentablemente, todo lo que generaba no alcanzaba para cubrir costos operativos, ha sido paralizada muchas veces, ha sido maltratada, aparte de estar mal ubicada, se ha paralizado a criterio de grupos que cuando han decidido paralizar lo han hecho, incluso ha reventado un ducto, 200 metros, que ha evitado que la materia prima (gas natural) pueda llegar a Bulo Bulo; desde esa fecha (2019) no se pudo reactivar”, añadió.

La autoridad, puso en duda que cuando reanude sus operaciones reporte ganancias. “Esta planta tuvo sus problemas, siempre trabajó a pérdida, trabajó siempre a criterio discrecional de alguna autoridad y (ahora) hay que darle certidumbre institucional, hay que hacer reingeniería y encontrar algunos mecanismos de mercado que garanticen por lo menos estabilidad; no sé si vayamos a garantizar de que esta planta pueda ganar”.

La Planta de Amoniaco y Úrea fue inaugurada en septiembre de 2017, demandó una inversión de 953 millones de dólares, con crédito del Banco Central de Bolivia (BCB), y tiene una capacidad de producción de 700.000 toneladas de fertilizante por año. El principal comprador era Brasil, con 277.539 toneladas, seguido por Argentina, con 103.725; Paraguay, con 27.952; Uruguay, con 13.008, y Perú con 4.068.

Zamora afirmó que el gran problema es la reactivación de la planta y la falta de mercado, pese a algunos trabajos adelantados.

“El gran problema que hay es que debemos trabajar en una reingeniería, que ya se hizo en gran parte, y pensar en reactivar” y “estamos esperando que en un muy poco tiempo, cuando se recuperen un poco los precios de úrea en el mundo, nosotros podamos tener reactivada la planta; (ahora) no es prudente apurar mucho la situación porque en este momento el precio de la urea en el mundo ha caído”.

La asambleísta departamental de Cochabamba, Elizabeth Beramendi, informó en febrero que la planta de Bulo Bulo tenía más de 400 trabajadores y solo se dedicaban a realizar mantenimiento de la industria. Luego un reporte de Radio Kausachum Coca, afín al MAS, dio cuenta del despido de 150 trabajadores.

El ministro Zamora afirmó que el personal de la planta comprendió la situación por la que atraviesa la factoría, pero dijo que en su momento se encontró muchos trabajadores extranjeros y que pronto se pretende incorporar a profesionales bolivianos.

“La reubicación se refiera a generar opciones para que no sólo sea personal extranjero, que había una gran cantidad, en la planta de úrea y amoniaco; ahora estamos pensando en que nuestro personal va estar en condiciones de poder ser parte”, sostuvo la autoridad.

El director de Energía e Hidrocarburos de la Gobernación de Cochabamba, Mario Apaza, dijo a Pagina Siete, que  en mayo YPFB no ha concluido los procesos de contratación de insumos para reanudar operaciones. “Supongo que hoy no va a arrancar”, dijo el 16 de mayo, cuando ya cumplía siete meses paralizada la planta de úrea.

Por otra parte, Zamora anunció que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) realiza una auditoría de la Planta de Urea y Amoniaco para establecer las irregularidades cometidas en su administración, la producción y comercialización de la urea.

“Se instruyó a YPFB que elabore una auditoría de toda la implementación de la Planta de Urea”, afirmó el ministro.

La autoridad  pidió a los legisladores que cuando se conozcan los resultados de la auditoría se identifiquen y se sancionen a los responsables de los hechos irregulares que ocasionaron un grave daño económico para el Estado boliviano.

“Después de la auditoría se conocerá la verdad y pidó a los legisladores que tomen acciones drásticas y se establezca la responsabilidad caiga quien caiga, porque la plata del Estado fue mal utilizada”, aseguró Zamora.

El Ministro mencionó que entre las irregularidades están que la factoría “nunca generó utilidades al Estado boliviano y siempre trabajó a pérdida”.

“El Estado hizo un mal negocio invirtiendo en esta planta, es decir que producía urea, pero perdía plata”, aseveró.

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