Gobierno prohíbe a industrias usar gas para generar electricidad luego de haberla incentivado

Foto: El Deber

Entre 2011 y 2014, el Gobierno promulgó tres decretos supremos incentivando la autogeneración eléctrica por parte de actores privados en los sistemas aislados.

Las industrias bolivianas dejarán de recibir gas para generar su propia electricidad. El Gobierno les dio un año para que se conecten al Sistema Interconectado Nacional y destinar el gas a la exportación.
Una medida que —según los industriales—, atenta contra la producción nacional y el bolsillo de la población.

El aviso se dio a través del Decreto 4749 que permite el uso de gas para que las empresas transformen las materias primas en productos elaborados, pero ya no para generar su propia electricidad.

La norma establece, además, que “los volúmenes de gas natural que dejen de consumir los usuarios de la categoría industrial, en el marco del presente Decreto Supremo, serán destinados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para el mercado que genere mejores ingresos al Estado”. Como se recordará, la petrolera ha renegociado los precios del gas con sus compradores de Argentina y Brasil ante el ascenso del precio del Gas Natural Licuado (LNG).

La industria boliviana tiene precios subsidiados para el gas que van desde los $us 1,86 a 2,51 por millar de pie cúbico (de acuerdo al volumen). La diferencia es evidente al revisar que los precios promedio de exportación están entre los $us 4,94 y 10,5 por millar de pie cúbico (fuente YPFB). 

Para la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) el Decreto 4749 “transgrede” la Constitución Política del Estado y la Ley de Hidrocarburos, que garantizan el abastecimiento de hidrocarburos en el mercado interno. 

“Los bolivianos tienen prioridad en el uso y consumo del gas respecto a los extranjeros (…). Nos parece un despropósito quitarle el gas natural a la industria boliviana para dárselo a los argentinos y brasileños”, afirmó el gerente de Desarrollo de la institución, Luis Fernando Strauss.

El Decreto 4749 indica que sus disposiciones se aprobaron “en el marco del principio de eficiencia y con la finalidad de garantizar, a corto, mediano y largo plazo, la seguridad energética, satisfaciendo adecuadamente la demanda nacional de hidrocarburos”.

“A partir de la publicación del presente decreto, los usuarios de redes de gas que utilizan complementariamente el gas en la generación eléctrica para consumo propio, que tengan acceso al SIN, deben adecuarse a lo establecido en un plazo no mayor a un año”, cita el documento.

El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, expresó la preocupación del sector por la aprobación de medidas que van en desmedro de las industrias del país, como el Decreto 4749 y la Ley 1462, que crea un nuevo rango de alícuotas del Impuesto al Consumo Específico para las bebidas alcohólicas y no alcohólicas que se comercializan en el mercado nacional.

La Cainco calculó que el costo de la energÍa que vende la Empresa nacional de Electricidad (ENDE) en el SIN es un 60% mayor al que tienen en este momento las industrias.

Fuentes del sector que pidieron mantener su nombre en reserva estiman que el precio por kilovatio hora aumentará para estas industrias de $us 50 a 80. 

Impactos

El incremento de los costos de la electricidad, sostuvo Strauss, derivará en una elevación de precios de los productos para el consumidor final y, por ende, en una mayor preferencia de la población por productos de contrabando, más baratos, pero inseguros.

“Un centavo va a ser que la gente direccione sus ojos hacia el contrabando”, aseveró el presidente de la CNI, quien cuestionó que el Decreto Supremo 4749 vaya en contra de la intención del presidente Luis Arce de reactivar la producción nacional.

Strauss consideró que el hecho de que el Gobierno prefiera exportar el gas antes que destinarlo a la energía de la industria nacional se debe al fracaso de la actual política hidrocarburífera.

“Por un lado, cada vez hay menos reservas de gas y continúan los compromisos internacionales; por el otro, el Estado no tiene dinero, está con un déficit fiscal cada vez más grande y está buscando recaudar más. El Gobierno ya no dará el gas barato a la industria y exportará ese mismo gas a Argentina y a Brasil, cuatro o cinco veces más caro, lo que representa un ingreso adicional para las arcas del Estado”, indicó Strauss.

Fuente: El Deber/PS

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