Siete sectores crecen más del 4,5%, pero Bolivia no llega a niveles prepandemia

El Gobierno cifra sus esperanzas de recuperación en hidrocarburos, minerales, industria y electricidad. En tanto que el empresariado considera que la economía de Bolivia aún está en recuperación y que los datos del INE no reflejan la realidad.

Los reportes del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en el tercer trimestre de 2021 siete de 11 sectores económicos obtuvieron un crecimiento por encima del 4,5%: petróleo crudo y gas natural; minerales metálicos y no metálicos; industria manufacturera; electricidad, gas y agua; construcción; comercio; y transporte y comunicaciones, lo que generaría señales para un posible pago del segundo aguinaldo. Sin embargo, el último informe del Banco Mundial a 2021 señala que el Producto Interno Bruto (PIB) real de Bolivia está aún en el -3,01% por debajo del nivel de crecimiento prepandémico.

El 29 de marzo, apenas se conoció que el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia registró una variación positiva del 6,11% en 2021, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, informó que hay una “probabilidad buena” de que este 2022 se pague un doble aguinaldo. “Hay que esperar los datos que el INE nos dará entre septiembre y octubre de esta gestión”, agregó.

El pago del doble aguinaldo ‘Esfuerzo por Bolivia’ se aprobó vía decreto en noviembre de 2013 y desde entonces se hizo efectivo en 2013, 2014, 2015 y 2018.
El beneficio se activa cuando la tasa de crecimiento a 12 meses del PIB del país supera el 4,5%. Para este año; por ejemplo, se contabilizarán los desempeños del tercer y cuarto trimestre de 2021 y del primer y segundo trimestre de 2022. El INE cuenta con datos al tercer trimestre de 2021, en el que se registró una expansión del 8,89%.

“No es oportuno que el Gobierno advierta con una nueva carga económica sobre el empresariado, en especial en estos momentos, en que estamos a merced de la demanda irracional y excesiva de incremento salarial planteada por la COB, pero también por la crisis causada por el Covid-19 —que aún no ha sido superada—, y la incertidumbre sobre los efectos que tendrá en la economía nacional y regional la guerra entre Rusia y Ucrania”, afirmó el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Luis Fernando Barbery.

“Hoy en día, muchas empresas en el país, de varios sectores y regiones, especialmente afectadas por los problemas señalados, se cuestionan la pertinencia de seguir adelante o de cerrar operaciones. Las amenazas de más presión salarial pueden hacerlos tomar estas decisiones radicales ante la insostenibilidad presente y los riesgos futuros”, sostuvo.

Planteamientos

El economista Germán Molina consideró que “no es muy adecuado que todos los sectores económicos deban dar el segundo aguinaldo cuando se alcanza un promedio del PIB del 4,5% y que esa disposición la deberían cumplir aquellos que han logrado estar por encima de ese porcentaje”. 

Agricultura, silvicultura, caza y pesca crecieron en 2%; otros servicios en 1,24%; y servicios de la administración pública en 0,46%, mientras que establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles y servicios a las empresas sufrieron una contracción del 1,06%.

Estos datos confirman lo que “vengo señalando desde tiempo atrás”, indicó Molina. Un pago diferenciado por sectores “sería lo más realista para que se pueda considerar el segundo aguinaldo, siempre y cuando esta tendencia que se tiene al tercer trimestre de 2021 se mantenga en los siguientes tres trimestres”, aclaró.

A este comportamiento diferenciado que no toma en cuenta el cálculo gubernamental para el pago del segundo aguinaldo se suma el que el desempeño de la economía de 2021 no fue de crecimiento, sino de recuperación. 

El presidente de la CEPB recordó que el PIB registró en 2020 una variación negativa del -8,8% y una positiva del 6,11% en 2021, es decir, aún hay un -2,7% con relación a 2019 que debe recuperarse. 

“En 2019, el crecimiento llegó al 2,2% y no alcanzó para pagar el segundo aguinaldo, lo que significa que, incluso llegando a las cifras de esa gestión, todavía no corresponde este pago”, puntualizó Barbery, quien pidió que el abordaje del factor crecimiento sea técnico, honesto y transparente, dejando de lado criterios políticos. 

El informe del Banco Mundial “Consolidando la recuperación: Aprovechando las oportunidades del crecimiento verde”, difundido el jueves, revela que a 2021 el PIB real de Bolivia está aún -3,01% por debajo del nivel de crecimiento prepandémico, mientras que países como Chile, Paraguay, Colombia y Brasil ya poseen un crecimiento económico nuevo, es decir, está por encima de los niveles previos al covid.

William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, dijo que “todos los países de la región tuvieron el año pasado tasas de crecimiento muy altas, recuperando lo que perdieron en 2020 debido al Covid-19 y la paralización de las actividades económicas”.

“Este crecimiento que vemos en 2022 y 2023 es más bajo que el año pasado y probablemente es el ritmo normal y no puramente recuperación”, afirmó el representante de la financiera multilateral, que proyectó una expansión del 3,9% para Bolivia en 2022, del 2,8% para 2023 y del 2,7% para 2024,mientras el Gobierno boliviano prevé un promedio anual del 5,1%.

“Podemos hablar de crecimiento siempre y cuando volvamos a los valores previos a la pandemia, mientras tanto solo podemos decir que estamos en un proceso lento de recuperación de la economía”, indicó Silvia Quevedo, presidenta de la Cámara de Mujeres Empresarias de Bolivia. 

“Para volver a pagar un doble aguinaldo, todos los sectores económicos deberíamos tener un 13,3% de crecimiento mínimo real”, porcentaje que incluye la recuperación del -8,8% de 2020 y el crecimiento nuevo del 4,5% que determina la norma, remarcó. 

Ritmo de crecimiento

Molina recordó que el primer trimestre de 2022 el PIB de Bolivia y de todos los países va a mostrar una tendencia distinta a la que se vio en 2021, por causa del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, “que está afectando a todo el mundo” y que al parecer se prolongará durante el segundo trimestre.
“El crecimiento del mundo y de nuestro país va ser mucho menor por el impacto de la guerra y la pandemia que aún continúa”, dijo. 

Quevedo manifestó que los crecimientos que han experimentado algunos sectores vinculados especialmente a las materias primas debido a los efectos de la pandemia y de la guerra en el este de Europa “definitivamente no reflejan la realidad del sector productivo nacional, que sigue siendo avasallado por la informalidad”.
“No se puede seguir tratando de mostrar un equilibrio económico donde no existe tal”, subrayó.

“Si bien en el primer trimestre de 2022 el sector externo ha mostrado una mejora, ésta no es suficiente. No se está aprovechando de la elevación de precios de los productos de exportación, debido a que ya no tenemos las reservas suficientes en hidrocarburos, no contamos con nuevos yacimientos mineros y nos está afectando la fijación de cuotas de exportación de cereales, azúcar y otros productos”, evaluó Molina.

Esta última medida, que busca garantizar el abastecimiento del mercado interno, “puede tener muy buenas intenciones para beneficiar a los consumidores, pero representa un desincentivo para las empresas, para que a futuro continúen produciendo de forma intensiva”, aseveró.

“Para alcanzar un verdadero crecimiento debiéramos dejar de poner barreras a las exportaciones y de imponer cargas y presión sobre los sectores productivos, reducir la presión fiscal, reforzar la lucha y control para disminuir el contrabando y hacer mayores esfuerzos para inyectar recursos a la economía a través de la atracción de inversiones nacionales y extranjeras”, acotó Barbery.
“Si aplicamos esas medidas, podemos esperar el tan necesario fortalecimiento de nuestras empresas, para tener crecimientos reales a partir de 2023”, proyectó el Presidente de la CEPB.

Fuente: El Deber

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