La estatal asegura que, para el 2022, los ingresos alcanzarán los $us 290 millones. El complejo volvió a operar después de 20 días de paralización, este año surgieron denuncias por malos manejos.
Pese a que su reinicio de sus operaciones fue marcado por denuncias sobre supuestos malos manejos, la estatal YPFB anunció este miércoles que en tres meses la planta de Amoniaco y Urea (PAU) generó ventas por $us 51,60 millones. Eso sí, la estatal no detalló a cuánto ascendieron los costos operativos de la PAU.
En una nota de prensa institucional, la gerente de Productos Derivados e Industrializados de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Gabriela Delgadillo, detalló que esta cifra corresponde a las ventas alcanzadas desde el reinicio de las operaciones de la planta, que volvió a producir en septiembre de este año.
Nos obstante, su reapertura estuvo marcada por denuncias sobre malos manejos y la contratación de personal extranjero, en desmedro de los profesionales nacionales. Estas denuncias fueron rechazadas por la estatal.
Sobre los malos manejos en la planta, fuentes a las que accedió EL DEBER denunciaron que producto de una mala maniobra se produjo un escape en la brida -elemento que une dos componentes de un sistema de tuberías- de salida del reactor del complejo. Este falla ocasionó la fuga de amoniaco.
No obstante, esto fue desmentido por YPFB, mediante un comunicado de prensa dijo que “la planta está operando dentro de los estándares de seguridad más altos que existen”.
Otro hecho polémico fue la contratación de personal extranjero, en especial venezolanos con grado de técnico superior, pero que la compañía aseguró que se trataba de tecnólogos altamente calificados.
Incluso la empresa estatal reubicó a 35 operadores nacionales reclutados durante la gestión del presidente Evo Morales y los reemplazó por 33 técnicos venezolanos. Se conoce que hasta la fecha hay 65 trabajadores de esa nacionalidad en el complejo petroquímico de Bulo Bulo.
En su descargo la estatal dijo que la mayoría de los trabajadores del complejo era nacional.
Producción
Desde el reinicio de operaciones las ventas del fertilizante alcanzaron los $us 51,60 millones en tres meses, periodo en el que se produjo 86.509 toneladas métricas (TM) de urea, según detalla la nota institucional de YPFB. Desde que reinició su trabajo, la planta solo opera a un 75% de su capacidad instalada.
En esa línea, YPFB proyectó que los ingresos estimados por la venta de urea en los mercados interno y externo para la gestión 2022 alcanzarán los $us 290 millones.
“La coyuntura de alza de precios del mercado de fertilizantes, a nivel mundial, coloca a la urea con los mejores precios de los últimos 15 años; es así que los indicadores de precios de los principales oferentes en el mercado mundial manejan precios por encima de los 800 dólares por tonelada”, destacó Delgadillo.
Para la gestión 2022, se tiene planificado que la PAU opere a un 85% de su capacidad instalada, con lo cual se garantiza una producción de aproximadamente 590.000 TM de urea.
De ese volumen, cerca al 8% está destinado a satisfacer la demanda del mercado interno (46.000 toneladas) y los excedentes (544.000 toneladas) serán destinados a mercados de exportación como Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Perú.
Este complejo petroquímico fue inaugurado en septiembre de 2017 y tuvo una inversión de 953 millones de dólares. Sin embargo, desde que comenzó a operar se sucedieron las denuncias por su mala gestión y la poca rentabilidad.
El complejo cesó sus operaciones entre noviembre de 2019 y septiembre de 2021. En su momento, el Gobierno de transición dijo que la paralización se debió a que no era rentable mantener su producción.
Pero tras las elecciones de 2020, el nuevo gobierno del presidente Luis Arce Catacora denunció que la planta fue paralizada porque se provocaron deliberadamente daños que tomaron meses en ser solucionados.
Por Ernesto Estremadoiro Flores
Fuente: El Deber
