Exportadores exigen al Gobierno restituir la venta de carne y azúcar frente a la caída de reservas internacionales

Foto: El Deber

Según la Caneb, las exportaciones de carne bovina y azúcar (complejo que incluye alcohol), han contribuido al país, entre enero y septiembre de este año, con $us 112 millones y $us 62 millones ($us 118 millones si también se toma en cuenta alcohol), respectivamente.

A 15 días de la medida de suspensión temporal de exportación de las exportaciones de alimentos, la Cámara Nacional de Exportadores (Caneb), a través de su presidente Danilo Velasco, llama al Gobierno nacional a restituir las exportaciones de carne bovina y azúcar (complejo que incluye alcohol), sectores que han contribuido al país, entre enero y septiembre de la presente gestión, con $us 112 millones y $us 62 millones ($us 118 millones si también se toma en cuenta alcohol), respectivamente. Ambos sectores ya superan los $us 170 millones en ventas externas en momentos en que Bolivia registra menos divisas en las Reservas Internacionales Netas.

“Ambos sectores son una fuente importante de divisas para la economía nacional y también suponen una fuente importante de generación de empleo, tanto productivo-agropecuario como exportador. En circunstancias en las que las Reservas Internacionales Netas (RIN) han venido demostrando una tendencia decreciente, el país no debería resignar posibles fuentes de divisas por la vía de exportación”, anotó Velasco, al advertir que demorar la restitución de permisos de exportación para ambos sectores tendrá una afectación importante en los volúmenes y valores de exportación en lo que resta del año y durante la siguiente gestión.

“No se comprende el mensaje y objetivo”

A propósito del mensaje del presidente Luis Arce, con motivo de su segundo año de mandato, Velasco afirmó que evidentemente existen muchas cosas que se hicieron en un segundo año de gestión. “Al término del informe no se comprende adecuadamente al Estado; es decir, si hay un progreso hacia el logro de metas y resultados de mediano o largo plazo (asociados, por ejemplo, a Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS, a metas de la Agenda Patriótica – AP 2025 o del propio Plan Nacional de Desarrollo – PND)”, anotó.

Hizo mención a que los abundantes datos y estadísticas incluidos en el informe presidencial tampoco permiten advertir si se presentan temas que requieren una atención urgente porque podrían afectar estructuralmente a la sostenibilidad del crecimiento. Así, por ejemplo, afirmó que el país ha sufrido una reducción muy grande en la producción de hidrocarburos, lo que ha ocasionado que la renta petrolera sea una fracción muy baja de lo que se tenía hace siete años.

De la misma forma, reflejó que se tiene en perspectiva en los próximos años la reducción de actividades de grandes proyectos mineros, lo que tendrá un impacto sobre la reducción del producto sectorial, de las exportaciones y del pago de regalías e impuestos. “Las acciones ejecutadas no permiten identificar acciones concretas y de magnitud que permitan revertir los efectos de estos dos factores”, juzgó.

Si bien se hizo referencia a la inversión pública, Velasco infirió que se hizo poca mención a la inversión total, que incluye, además de la inversión pública, la privada nacional y la extranjera directa. “Es la inversión total la que genera crecimiento y empleo y no así una visión parcial de ella”, comentó.

Asimismo, puntualizó que se hizo referencia a la suscripción conjunta de declaraciones con otros países, así como otros asuntos administrativos, pero no se hizo mención a negociaciones en curso de algún acuerdo comercial de relevancia para el país. Al mismo tiempo, Velasco complementó que la logística comercial y la burocracia han empeorado en el último tiempo, con afectaciones importantes por causa de bloqueos, demoras, sobreestadías, aumentos en los fletes de transporte y poca previsibilidad para realizar operaciones y trámites de exportación.

“Estos elementos restan agilidad y competitividad a las operaciones de comercio exterior boliviano y no se ha tenido una intervención pública que tienda a mejorar dicha situación. Además, el contrabando es un flagelo que ha venido restando espacios de mercado a la producción nacional. Los logros son exiguos y se requiere de una intervención multi-actoral y de mayor alcance y cobertura, que incluya fronteras, rutas y mercado interno. Este último asunto que preocupa mucho al sector productivo y que ha sido poco atendido en el informe presidencial”, mencionó Velasco.

El martes, el presidente Luis Arce afirmó que el país goza de un crecimiento económico sostenido y una balanza comercial favorable, dando cuenta de que de enero a septiembre de este año el saldo comercial refleja un superávit de $us 960 millones por el incremento de las exportaciones que superaron los $us 10.600 millones, de los cuales, $us 5.310 millones corresponden a la industria manufacturera. Sin embargo, no mencionó el veto a exportaciones que mantiene contra la producción de azúcar y carne bovina, con el argumento de precautelar el mercado interno, cuando Bolivia solo exporta los excedentes de producción desde hace 12 años sin descuidar la demanda nacional.

Fuente: El Deber

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